Disco: Sin título.
hasta encontrar el mar, no mi mar.
Puedo navegar los mares de las huestes,
sin perder la fe en mi sed.
Puedo contar historias a los locos,
y hacerlos sonreír y llorar.
Puedo construirles un barco con pergamino,
e irnos a viajar al infierno.
Solamente en las noches de invierno
resiento en mi pecho la soledad
de este exilio de muertos inquietos y ebrios.
Ni una mujer podría calentar mi lecho,
ni hacerme cantar la esperanza,
la esperanza de volver a mi hogar.
Puedo cortar mil cabezas de Medusa,
o al Trimedrón ahorcar en su red,
pero no encuentro la ruta de regreso
que me lleve al sol, nuestro sol.
Busco el silencio en la noche para hablar con él,
pero su voz no está en mis sueños.
Mi Pegaso está herido, y sus alas
no podrían soportar mi abandono.
Solamente en las noches de invierno
resiento en mi pecho la soledad
de este exilio de muertos inquietos y ebrios.
Ni una mujer podría calentar mi lecho,
ni hacerme cantar la esperanza,
la esperanza de volver a mi hogar.
Los sótanos del averno están vacíos;
el guardián dejó su puesto.
Las criaturas del Leteo se han marchado
a poblar la falsa luz de la Tierra.
La barca de Caronte está perdida,
en el fondo del Estigio, calcinada.
Puedo decirme dueño de estas tierras…
¿Acaso construiré aquí mi pueblo?
¿Acaso construiré aquí mi pueblo?
¿Acaso construiré aquí mi pueblo?
El arte moderno es, sin duda alguna, un arte de fusiones. A partir de las vanguardias, se han creado diferentes maneras de combinar estilos, técnicas, materiales, texturas, sonidos, etc. El collage, la instalación, el performance, el happening, la polifonía, la toma fija, etc., son búsquedas en ese sentido, no sólo para renovar e innovar estilísticamente, sino para crear efectos, sensaciones y emociones diferentes. Y también se han dado fusiones entre estilos o épocas, y aun entre ramas del arte. Y si bien esto se ha hecho desde hace mucho tiempo (¿qué es la ópera, sino la fusión de música, teatro y a veces hasta danza, por ejemplo?), el arte moderno lo ha hecho en formas más ambiciosas, complejas, incluso límites, como lo muestra el Dadaísmo o la obra de Marcel Duchamp. En literatura, sobresalen la fusión entre las referencias de la mitología y el análisis del hombre moderno en el Ulises de Joyce, o la del terror y la filosofía y antropología en Frankenstein de Mary Shelley, o la extraordinaria mezcla de novela policiaca y medieval en El nombre de la rosa de Umberto Eco, o la de novela ontológica y también medieval en El caballero inexistente de Ítalo Calvino, o la novela filosófico-antropológica con la de ciencia-ficción en El planeta de los simios de Pierre Boulle, e incluso en La naranja mecánica de Anthony Burguess.
Pero el rock no ha sido muy dado a las fusiones en sus letras (pese a que, de hecho, musicalmente el rock’n’roll es justo eso, una fusión, entre el blues, el rockabilly y country, el jazz, la música folklórica, etc.). La única excepción sería el heavy metal, con su mitología de ángeles, calaveras, infiernos y demonios, pero de manera burda, ingenua, y en el fondo, profundamente inofensiva, por limitada y torpe, justo al contrario de lo que se cree. El progresivo lo ha hecho sobre todo con la música futurista, pero casi siempre es a nivel del arreglo, la melodía y los recursos de estudio. Por todo esto, Exiliado celeste de Arturo Meza es una pieza tan excepcional. De una manera muy inteligente e ingeniosa, Meza logra fundir la mitología griega con la futurista, en un relato épico, sin par en el rock mexicano. El protagonista, una especie de Odiseo estelar buscando su planeta Ítaca, recorre el espacio y los diferentes mundos, mientras se topa con seres mitológicos, en la búsqueda desesperada de su hogar perdido, o como sugiere el final, para fundar uno nuevo, al fin propio. Esta auténtica odisea, que recuerda ciertas canciones de David Bowie, como Space oddity, Starman y todo el disco Ziggy Stardust, la relata Meza con una imaginación y una inteligencia agudísimas, además de un conocimiento realmente notable. La frustración, la impotencia, la inmensa soledad del protagonista, todas sus emociones están enmarcadas por esta forma enormemente novedosa, que juega no sólo con la epopeya, sino con el relato fantástico y la lírica más trabajada, que evoca también al Borges de cuentos como El inmortal o La casa de Asterión. De este modo, Arturo Meza une las figuras retóricas con las referencias clásicas y espaciales, en un amasijo emocional, triste, solitario y a la vez impactante, muy original, que simboliza mucho más allá de lo que tal preocupación formal sugiere: es el destino del ser humano moderno y tecnologizado, perdido, sin raíz; la inconexión con el prójimo, la gran soledad, tal como significan los dos Ulises, el de Homero de La Odisea, y el vanguardista de la obra de Joyce. De este modo, a través de un lenguaje único, de una precisión sin igual, Meza hace de Exiliado celeste un auténtico poema épico, el único del rock mexicano. Sin lugar a dudas una de las letras más extraordinarias del rock en México, culta, artística, pero a la vez muy sentida, conmovedora, por el gran conflicto existencial que su simbolismo guarda, connota.
Para una letra de tal nivel, era necesaria una música a la misma altura, y Arturo Meza la consigue, en buena parte gracias a su pasado experimental, de etnorrock, música barroco-renacentista-medieval y progresivo, que le permitió crear y ejecutar una música y un arreglo muy poderosos, atmosféricos. Decide introducir la pieza con la guitarra electroacústica, para incorporar de inmediato los sintetizadores, campanas, además de los instrumentos inventados por el mismo, como el teclaedro y el mezáfono, que ha utilizado en toda su obra. Hay que escuchar atentamente el arreglo de Exiliado celeste para asimilar la conjunción de sonidos, de fondos, de timbres que crean ese ambiente espacial, pero no puro, sino con tintes del folk, la música celta, renacentista y del Medioevo, en una mezcla que se corresponde perfectamente con la de la letra. El estribillo emotivo, con la voz más grave y profunda de Meza, los sonidos un tanto fantasmales que lo matizan, la figura principal, que evoca las trompetas (o más bien cornetas) de castillo medieval, y la guitarra limpísima que sostiene todo, arman una estructura sonora fastuosa, melancólica y angustiante. Al final, todo se une con mayor énfasis, apuntalado por unos timbales de música clásica, enormemente poderosos, mientras los sintetizadores aumentan las notas, incluyendo un solo más notorio, libre. Así, el cierre de Exiliado celeste impacta, tiene algo majestuoso, al estilo de la Obertura 1812 de Tchaikovski, pero con ligeros toques futuristas.
De esta manera, Exiliado celeste es el gran poema épico del rock mexicano, no sólo en su letra, sino también en su música, arreglo e interpretación; pero también una pieza futurista muy lograda, lo que suma una canción sui géneris, intensa, dramática. Realmente una obra maestra de la fantasía, el ingenio y la fusión musical y poética.
Pero el rock no ha sido muy dado a las fusiones en sus letras (pese a que, de hecho, musicalmente el rock’n’roll es justo eso, una fusión, entre el blues, el rockabilly y country, el jazz, la música folklórica, etc.). La única excepción sería el heavy metal, con su mitología de ángeles, calaveras, infiernos y demonios, pero de manera burda, ingenua, y en el fondo, profundamente inofensiva, por limitada y torpe, justo al contrario de lo que se cree. El progresivo lo ha hecho sobre todo con la música futurista, pero casi siempre es a nivel del arreglo, la melodía y los recursos de estudio. Por todo esto, Exiliado celeste de Arturo Meza es una pieza tan excepcional. De una manera muy inteligente e ingeniosa, Meza logra fundir la mitología griega con la futurista, en un relato épico, sin par en el rock mexicano. El protagonista, una especie de Odiseo estelar buscando su planeta Ítaca, recorre el espacio y los diferentes mundos, mientras se topa con seres mitológicos, en la búsqueda desesperada de su hogar perdido, o como sugiere el final, para fundar uno nuevo, al fin propio. Esta auténtica odisea, que recuerda ciertas canciones de David Bowie, como Space oddity, Starman y todo el disco Ziggy Stardust, la relata Meza con una imaginación y una inteligencia agudísimas, además de un conocimiento realmente notable. La frustración, la impotencia, la inmensa soledad del protagonista, todas sus emociones están enmarcadas por esta forma enormemente novedosa, que juega no sólo con la epopeya, sino con el relato fantástico y la lírica más trabajada, que evoca también al Borges de cuentos como El inmortal o La casa de Asterión. De este modo, Arturo Meza une las figuras retóricas con las referencias clásicas y espaciales, en un amasijo emocional, triste, solitario y a la vez impactante, muy original, que simboliza mucho más allá de lo que tal preocupación formal sugiere: es el destino del ser humano moderno y tecnologizado, perdido, sin raíz; la inconexión con el prójimo, la gran soledad, tal como significan los dos Ulises, el de Homero de La Odisea, y el vanguardista de la obra de Joyce. De este modo, a través de un lenguaje único, de una precisión sin igual, Meza hace de Exiliado celeste un auténtico poema épico, el único del rock mexicano. Sin lugar a dudas una de las letras más extraordinarias del rock en México, culta, artística, pero a la vez muy sentida, conmovedora, por el gran conflicto existencial que su simbolismo guarda, connota.
Para una letra de tal nivel, era necesaria una música a la misma altura, y Arturo Meza la consigue, en buena parte gracias a su pasado experimental, de etnorrock, música barroco-renacentista-medieval y progresivo, que le permitió crear y ejecutar una música y un arreglo muy poderosos, atmosféricos. Decide introducir la pieza con la guitarra electroacústica, para incorporar de inmediato los sintetizadores, campanas, además de los instrumentos inventados por el mismo, como el teclaedro y el mezáfono, que ha utilizado en toda su obra. Hay que escuchar atentamente el arreglo de Exiliado celeste para asimilar la conjunción de sonidos, de fondos, de timbres que crean ese ambiente espacial, pero no puro, sino con tintes del folk, la música celta, renacentista y del Medioevo, en una mezcla que se corresponde perfectamente con la de la letra. El estribillo emotivo, con la voz más grave y profunda de Meza, los sonidos un tanto fantasmales que lo matizan, la figura principal, que evoca las trompetas (o más bien cornetas) de castillo medieval, y la guitarra limpísima que sostiene todo, arman una estructura sonora fastuosa, melancólica y angustiante. Al final, todo se une con mayor énfasis, apuntalado por unos timbales de música clásica, enormemente poderosos, mientras los sintetizadores aumentan las notas, incluyendo un solo más notorio, libre. Así, el cierre de Exiliado celeste impacta, tiene algo majestuoso, al estilo de la Obertura 1812 de Tchaikovski, pero con ligeros toques futuristas.
De esta manera, Exiliado celeste es el gran poema épico del rock mexicano, no sólo en su letra, sino también en su música, arreglo e interpretación; pero también una pieza futurista muy lograda, lo que suma una canción sui géneris, intensa, dramática. Realmente una obra maestra de la fantasía, el ingenio y la fusión musical y poética.
Pinche Meza, es un cabrón.
ResponderEliminarMuy bien tu analisís. Sabes si el Trimedrón es una invención de él, o de dónde lo tomó?
No he podido encontrar nada sobre él.
Saludos
Me pasó como a ti, estimado Anónimo, nunca encontré nada. Pero quizá una investigación más a fondo (que nunca he tenido tiempo de realizar) podría darnos luces. Esto porque Meza ha utilizado también la mitología escandinava, judeocristiana (para mí es una mitología más, y así tiene algún interés, y no como una religión; y de hecho, ya como mitología es bastante aburrida comparada con otras, mucho más como "obra divina"; pero bueno, eso ya es otro tema) y otras antiguas, así que habría que ver por esos lados específicos, en obras más especializadas. Lo único que se desprende de la letra es que es una criatura (animal, personaje, semidios o dios) del mar. Así que si alguien sabe algo, se agradecerá la información...
ResponderEliminarSaludos.
pues seguimos igual, espero pronto podamos encontrar una luz al final del tunel que nos ayude a exclarecer esta duda del significado de la palabra e igual si alguien tiene alguna informacion se agradecerá. hasta pronto.
ResponderEliminarOjalá, estimado Anónimo. Espero que sigan tus aportes por acá.
ResponderEliminarSaludos.
tu ya lo dijiste mejor imposible es un poema épico del rock mexicano,hasta ahora aunque esté en desacuerdo con alguna de las rolas elejidas al leer tus argumentos termino por convencerme o replantearlo por lo menos, pero como gran admirador de la obra de meza aquí disciento contigo,me cuesta creer que la ventana si tuviera un corazón y en el hambre esten por encima de otras canciones de arturo,estoy de acuerdo en exiliado y solo estan jugando y tambien coincido en que su obra es dispareja que va de lo mundano a lo mistico y su gran busqueda,pero para mi sin decir que son de las 100 mejores pero si mejores que esta tres estan otras muchas como la última batalla,sisifos,espinas en el corazón,angel de barro,la palabra azul,devoción cheroke(aunque es un poema musicalizado)flor de canto de primavera,alas y bueno muchas otras creo que aquí el método si falló.un abrazo
ResponderEliminarGracias por la opinión, estimado Simón. Flor de canto de primavera y La última batalla quedaron muy cerca de ingresar a la lista. Aprovecho para recordar que la diferencia entre las calificaciones de las rolas fue apenas de milésimas. Yo respeté lo que los métodos decretaron. Por eso mismo, respetando tu opinión, sostengo mi elección.
ResponderEliminarLo que sí, estimado Simón, y aclarando que de ninguna manera es regaño ni molestia (para que no se malentienda como la otra vez), es que los métodos no fallan. En todo caso, falla quien los aplica, en este caso yo. Creo en mi conclusión, porque creo haberlos aplicado bien, pero en todo caso en esta situación recuerdo lo que me enseñó un profesor de la carrera: que cuando en México las personas aprendan a diferenciar el que opina diferente del que se equivoca, estaremos del otro lado en materia de cultura de la crítica. Por ello, no creo haber fallado, sino que simplemente opino diferente a ti, estimado Simón.
Como suelo decir, ahí quedan ambas posturas, y creo que su existencia puede enriquecer a quien las lea, para coincidir, o para disentir y proponer una tercera, y ese es el sentido de estos espacios públicos.
Un abrazo, y gracias de nuevo.
Tus análisis son muy buenos, por que querer entender la poesía de Arturo es caminar en terrenos no explorados y a ciegas, la poética de Arturo aún por muchos escuchada no es entendida como el simplemente la da. En efecto Arturo usa palabras no comunes y algunas otras creadas en este caso trimedron y en el caso de Anael la espada ornix es creación de el, esta canción comenta que fue la primera que escribio, la mayoria de sus letras son metafóricas sin dejar de estar enfocadas a la realidad de muchos, otro ejemplo muy claro lo vemos en la rola de cuando venga la aurora que para mi gusto es en la que usa mayormente la metàfora por la gran fuerza poètica de arturo plasmada no solo en esta rola sino en la mayoria que son muchas las cuales no acabaríamos de mencionar aparte de que ando haciendo la chamba del pingüino jajajaja, y bueno estas fueron palabras de Arturo que les comparto para que despejen la duda por que en efecto por mas que busquen no encontraran, espero haya sido de ayuda.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, estimado Anónimo. Me sorprende lo que cuentas, y si es efectivo que Meza inventó estos términos, pues estupendo, será parte de su propuesta renovadora del arte.
ResponderEliminarMuchos saludos,y gracias por el aporte.
Quiubas!! mi buen Pingüino, otra excelente descripción de esta rola del Meza y si es una rolita picuda también me hace recordar la desolación que se siente cuando escucho “los relojes celestes” otra gran rolota.
ResponderEliminarHace varios años salió un disco de un grupo de León Gto. Undersun en donde participaba el buen Meza aquí lo dejo para quien no lo tenga http://www.megaupload.com/?d=S0DGMXJT no se si en algún otro disco el Meza volvió a grabar esta rolita “música sin sombras” me gusta un buen.
Undersun “música sin sombras”
Mi música no quiere sombras
No quieras ahuyentarlas
No le pongas trampas
dejo de ser un ciego
ahora tan solo quiere saber amar
volar lejos del huracán
tu sonrisa en un tiempo fue mi inspiración
hoy, es carcajada de un demonio insatisfecho
hoy, tus venganzas y mentiras
son cristales rotos en mi espalda
el amor no es un tratado de comercio militar
Mi música no quiere sombras
No quieras ahuyentarlas
No le pongas trampas
dejo de ser un ciego
ahora tan solo quiere saber amar
volar lejos del huracán
tu sonrisa en un tiempo fue mi inspiración
hoy es carcajada de un demonio insatisfecho
hoy tus venganzas y mentiras
son cristales rotos en mi espalda
el amor no es un tratado de comercio militar
deja crecer un poco
de música
en tu corazón
Suerte, siempre!! y “deja crecer un poco de música en tu corazón”
Qué buen aporte, amigo Margarito, este grupo sí que no lo conocía (lamentablemente suele pasar mucho con las bandas de provincia), ni menos que participara el Meza. Lo escucharé con mucha atención. Mil gracias.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hace poco fui a una tocada del Meza en la que comento que la letra de esta rola esta basada en la historia de Luzbel. Felicidades por el blog Pingüino, esta muy bueno.
ResponderEliminarMil gracias por tus palabras, estimado Pavel, y qué buen dato el que aportas. Igual supongo que Meza lo señaló justo como eso, un basamento, pero que al desarrollar la rola fue adquiriendo otra ruta, porque las referencias de la mitología griega y espaciales así lo muestran. No es algo raro: los artistas suelen saber dónde parten, pero no siempre dónde transitan sus obras, ni dónde terminarán. Esto lo han explicado varios, desde McCartney hasta Silvio Rodríguez. A eso se refieren cuando señalan que las obras a veces "no obedecen" a su autor, lo que tan logradamente han ironizado, por poner un par de ejemplos, Unamuno en "Niebla" y Woody Allen en "La rosa púrpura de El Cairo"...
ResponderEliminarMuchos saludos, y gracias de nuevo.
Sobre el Trimedrón, la única referencia que he encontrado se refiere a un objeto, una especie de aparato donde se intersectan 3 semicírculos, unidos entre si a través de una barra y en ella, al centro, una esfera, un aparato rarísimo, dejo enlace a una imagen. Saludos
ResponderEliminarhttp://www.supercentrocomercial.com/prestashop/2257-thickbox/juguetes-alocados-trimedron-14cms-.jpg
Muchas gracias por el dato, estimado Ágoranauta. Sin embargo, me parece evidente que Meza no se refiere a esto que señalas. Lo que sí me hizo pensar es que, si un objeto moderno tiene el mismo nombre, entonces habría que buscar qué significa la palabra desde su etimología. Lamentablemente el maravilloso diccionario etimológico en varios tomos (no recuerdo el autor, pero lo he hojeado muchas veces por el puro placer de tenerlo en las manos un rato) siempre quedó fuera de mis alcances económicos, así que si alguien lo tiene, se agradecerá si aporta algún dato esclarecedor...
ResponderEliminarMuchos saludos.