Letra: J.J. Hernández.
Música: Enrique Quezadas.
Intérprete: MCC.
Disco: Sobrevivientes.
También existe otra versión, en el disco MCC 1980/1984.
Música: Enrique Quezadas.
Intérprete: MCC.
Disco: Sobrevivientes.
También existe otra versión, en el disco MCC 1980/1984.
Hablo
esta noche contigo,
media noche de mis sueños.
En la oscuridad
me llevas a las estrellas,
hermoso ángel
omnipresente.
En puños del tiempo,
ves lo que está oculto,
sabes lo que desconozco.
Ángel mío,
mis ojos te hablan
ríos de palabras
que tú sólo puedes oír.
Mírame,
respóndeme.
Mi amor se escapa,
sale de mi puerta,
sale de mi puerta.
Los tigres de la soledad
amarillean en la noche.
Florecen falsos jardines
que no me atrevo a cruzar.
Mira las sierpes,
rodean mi cuerpo,
¡quieren matar al amor!
Arde la ciudad,
ángel, la carne se suicida.
Protégeme esta noche con tu voz,
con tu cuerpo,
ángel.
No me desampares
ni de noche ni de día,
ángel de Sodoma,
mi dulce compañía,
ángel,
mi dulce compañía.
esta noche contigo,
media noche de mis sueños.
En la oscuridad
me llevas a las estrellas,
hermoso ángel
omnipresente.
En puños del tiempo,
ves lo que está oculto,
sabes lo que desconozco.
Ángel mío,
mis ojos te hablan
ríos de palabras
que tú sólo puedes oír.
Mírame,
respóndeme.
Mi amor se escapa,
sale de mi puerta,
sale de mi puerta.
Los tigres de la soledad
amarillean en la noche.
Florecen falsos jardines
que no me atrevo a cruzar.
Mira las sierpes,
rodean mi cuerpo,
¡quieren matar al amor!
Arde la ciudad,
ángel, la carne se suicida.
Protégeme esta noche con tu voz,
con tu cuerpo,
ángel.
No me desampares
ni de noche ni de día,
ángel de Sodoma,
mi dulce compañía,
ángel,
mi dulce compañía.
Como comenté antes, MCC creó un rock progresivo más bien futurista, muy apegado a los nuevos sonidos espaciales de los sintetizadores. Pero en Ángel de Sodoma el grupo se acerca mucho más al rock sinfónico, al influido por la música clásica. Este tipo de fusión o subgénero del rock ha creado varias de las mejores canciones de la historia, porque la enorme riqueza de la música de cámara, sumada a la originalidad rítmica y vanguardista del rock, se funden en un total muy poderoso, que deja muy claro el potencial armónico y melódico que costó reconocerle al rock. Canciones como Yesterday y The long and winding road de los Beatles, Ruby Tuesday, As tears go by y She’s like a rainbow de los Rolling Stones, Lalena de Donovan, A salty dog y A whiter shade of pale de Procol Harum, Touch me de los Doors, Love, reign o’er me de The Who, Old friends de Simon & Garfunkel o Nights in white satin de Moody blues, entre muchísimos más ejemplos, son verdaderas joyas de la historia de la música, no sólo del rock. En México también ha tenido su importancia. Por su misma instrumentación y formación musical, todo el rock de Armando Rosas y La Camerata Rupestre se fundamenta en esta fusión, sobre todo en canciones como El papalote, Tu boca o Herraje. Pero también podemos citar Vals de la muerte de Gerardo Enciso, los discos enteros Viaje al espacio visceral y Ausencias e irreverencias de Guillermo Briseño, Everness de Arturo Meza (musicalización de un poema de Borges, como ya dijimos), Ausencias de Lucerna Diogenis, Cenzontle de Jaime López (también como ya mencionamos, otro poema musicalizado, ahora de Pablo Ulrich) y un largo etc. Además de los experimentos con la música clásica directa, como los discos Rythm & Pango y 3.5 vueltas para Re de Armando Rosas o Romeo y Julieta de Guillermo Briseño. Esta proliferación de ejemplos muestra que los rockeros mexicanos realmente importantes se exigen como verdaderos artistas, no se conforman, avanzan, experimentan, fusionan, no se estancan en una fórmula exitosa, probada. Obviamente, para poder hacerlo se requieren conocimientos musicales amplios; pero los Beatles demuestran que un origen lírico, autodidacta, no significa un pretexto para no aprender (es de sobra conocido el ejemplo más representativo de ello en la literatura mexicana: Juan José Arreola).
En Ángel de Sodoma los mismos sintetizadores de Enrique Quezadas esta vez se van hacia el rock sinfónico, al piano clásico y las cuerdas, para crear esta especie de oratorio, pero no dedicado a Dios, sino a la persona amada. Igual que en la analizada El muro, en Ángel de Sodoma MCC crea una canción de amor de género ambiguo, o mejor dicho, no explícito. Pero en este caso la elección de la palabra ángel va más allá de su valor semántico sacro y su juego con el ángel de la guarda. No es sacro: es un ángel, pero de Sodoma, y basta recordar el término sodomizar para entender el juego verbal y conceptual de la canción. Así, estamos ante una estupenda canción velada, un oratorio, pero profano, una oración en sentido contrario, que exalta su condición alternativa, iconoclasta. La alta dignidad de su tratamiento, de su forma, hace de Ángel de Sodoma un verdadero himno libertario, una oración a la tolerancia, a la libertad de elección. Pero sobre todo, al amor. No se necesita ni por asomo compartir la identidad sexual del compositor para valorar la belleza del sentimiento, calidad e importancia cultural de la canción, como no se necesita compartir la ideología para valorar a Jaime Sabines, Jorge Luis Borges u Octavio Paz, la ética para apreciar la obra de Arthur Rimbaud o Louis-Ferdinand Céline, el credo para disfrutar a San Juan de la Cruz (todos ejemplos contrarios a mis respectivas posturas), y ni mencionar la raza para reconocer las creaciones de Naguib Mahfuz, Kenzaburo Oé o Toni Morrison. Quien no comprende esto, sigue viendo el arte como medio, y no como lo que es: un fin.
El lenguaje de Ángel de Sodoma es bastante sencillo; se limita a seguir la línea de la oración religiosa tradicional, pero alterándola en el sentido, haciendo especial énfasis en el ruego de protección ante las amenazantes sierpes: símbolo de los intolerantes, los moralistas obtusos, o como dice el propio MCC en Vuelta al día, otra de sus canciones: “las mentiras / de una historia que destila / por los poros moralina, / miedo a la imaginación”. Pero en este caso, la sencillez del lenguaje vuelve la letra mucho más sentida, honesta, porque es una sencillez elegida, y no resultado de un nivel bajo, de un manejo pobre de los recursos estilísticos. No hay que olvidar que así es también el lenguaje de la oración que está renovando, la del ángel de la guarda; por lo tanto, la elección de esta simpleza forma parte del sentido mismo de la canción.
Pero sin duda la gran riqueza de Ángel de Sodoma radica en su melodía, arreglo y ejecución e interpretación. El piano introductorio de Enrique Quezadas es impecable. La influencia clásica crea una atmósfera íntima, casi de misa al inicio. Hasta que el sonido de cuerdas potencia, intensifica emocionalmente la melodía, lo que recuerda Gethsemane del Jesus Christ Superstar de Lloyd Weber. La voz de Mario Rivas llega a su máximo nivel, con una potencia impresionante, en agudos de alto grado de dificultad, con un manejo del vibrato perfecto, que nadie ha podido igualar en el rock mexicano. Hasta que el ritmo rompe al entrar la batería (hay que recordar que en este disco a MCC lo conforman sólo Quezadas, Mario Rivas y el bajista Sergio Ramírez, así que no hay baterista, y en casi todas las canciones usan una batería electrónica; sin embargo, en Ángel de Sodoma toca como invitado César Calderón, más conocido como Perico, El Payaso Loco, antiguo baterista del grupo). Es entonces cuando el rock sinfónico pasa a ser rock puro, que a partir de ahí se va en fade out, entre los adornos vocales de Rivas.
Sin duda alguna, Ángel de Sodoma es una verdadera cumbre del rock mexicano, un ejemplo de compromiso con la igualdad y la tolerancia, sin que eso merme la obra, por ser una muestra indiscutible de alto nivel musical, instrumental y vocal. Rock arte, sencillamente.
En Ángel de Sodoma los mismos sintetizadores de Enrique Quezadas esta vez se van hacia el rock sinfónico, al piano clásico y las cuerdas, para crear esta especie de oratorio, pero no dedicado a Dios, sino a la persona amada. Igual que en la analizada El muro, en Ángel de Sodoma MCC crea una canción de amor de género ambiguo, o mejor dicho, no explícito. Pero en este caso la elección de la palabra ángel va más allá de su valor semántico sacro y su juego con el ángel de la guarda. No es sacro: es un ángel, pero de Sodoma, y basta recordar el término sodomizar para entender el juego verbal y conceptual de la canción. Así, estamos ante una estupenda canción velada, un oratorio, pero profano, una oración en sentido contrario, que exalta su condición alternativa, iconoclasta. La alta dignidad de su tratamiento, de su forma, hace de Ángel de Sodoma un verdadero himno libertario, una oración a la tolerancia, a la libertad de elección. Pero sobre todo, al amor. No se necesita ni por asomo compartir la identidad sexual del compositor para valorar la belleza del sentimiento, calidad e importancia cultural de la canción, como no se necesita compartir la ideología para valorar a Jaime Sabines, Jorge Luis Borges u Octavio Paz, la ética para apreciar la obra de Arthur Rimbaud o Louis-Ferdinand Céline, el credo para disfrutar a San Juan de la Cruz (todos ejemplos contrarios a mis respectivas posturas), y ni mencionar la raza para reconocer las creaciones de Naguib Mahfuz, Kenzaburo Oé o Toni Morrison. Quien no comprende esto, sigue viendo el arte como medio, y no como lo que es: un fin.
El lenguaje de Ángel de Sodoma es bastante sencillo; se limita a seguir la línea de la oración religiosa tradicional, pero alterándola en el sentido, haciendo especial énfasis en el ruego de protección ante las amenazantes sierpes: símbolo de los intolerantes, los moralistas obtusos, o como dice el propio MCC en Vuelta al día, otra de sus canciones: “las mentiras / de una historia que destila / por los poros moralina, / miedo a la imaginación”. Pero en este caso, la sencillez del lenguaje vuelve la letra mucho más sentida, honesta, porque es una sencillez elegida, y no resultado de un nivel bajo, de un manejo pobre de los recursos estilísticos. No hay que olvidar que así es también el lenguaje de la oración que está renovando, la del ángel de la guarda; por lo tanto, la elección de esta simpleza forma parte del sentido mismo de la canción.
Pero sin duda la gran riqueza de Ángel de Sodoma radica en su melodía, arreglo y ejecución e interpretación. El piano introductorio de Enrique Quezadas es impecable. La influencia clásica crea una atmósfera íntima, casi de misa al inicio. Hasta que el sonido de cuerdas potencia, intensifica emocionalmente la melodía, lo que recuerda Gethsemane del Jesus Christ Superstar de Lloyd Weber. La voz de Mario Rivas llega a su máximo nivel, con una potencia impresionante, en agudos de alto grado de dificultad, con un manejo del vibrato perfecto, que nadie ha podido igualar en el rock mexicano. Hasta que el ritmo rompe al entrar la batería (hay que recordar que en este disco a MCC lo conforman sólo Quezadas, Mario Rivas y el bajista Sergio Ramírez, así que no hay baterista, y en casi todas las canciones usan una batería electrónica; sin embargo, en Ángel de Sodoma toca como invitado César Calderón, más conocido como Perico, El Payaso Loco, antiguo baterista del grupo). Es entonces cuando el rock sinfónico pasa a ser rock puro, que a partir de ahí se va en fade out, entre los adornos vocales de Rivas.
Sin duda alguna, Ángel de Sodoma es una verdadera cumbre del rock mexicano, un ejemplo de compromiso con la igualdad y la tolerancia, sin que eso merme la obra, por ser una muestra indiscutible de alto nivel musical, instrumental y vocal. Rock arte, sencillamente.
A mí, esta canción me parece más una canción de músicos que de poetas, la letra no me impresiona pero la música, es impecable para el complemento perfecto de la voz de Mario Rivas que de no desaparecer iba a ser sin duda, el gran vocalista del rock nacional (tanta falta que han hecho siempre y cuando aparece uno fuera de serie, se va pronto) que grato escuchar las canciones de este disco que me es entrañable pero que escucho poco.
ResponderEliminarCierto lo de Mario Rivas, estimado Ariel. Me ha pasado varias veces que, cuando le he mostrado el rock mexicano a amigos extranjeros, las voces les cuestan trabajo, les resultan irritantes. No sé por qué, habría que pensarlo detenidamente, pero la voz nasal es demasiado preponderante. Tengo la impresión (pero habría que meditarlo con más tiempo y detalle) que hay una necesidad de sonar marginal, para alejarse de la música comercial, y que la voz bien timbrada se asocia equivocadamente con la balada romántica idiota y burguesa. Como si se hubiera concluido que cantar rasposo y nasal es "cantar como rockero". Quizá es uno de los lastres históricos del rock mexicano, como tantos otros: la crítica social obvia y fácil, el humor obligatorio, la referencia urbana, el arreglo pobre, la complacencia a la "banda", etc. Lo sorprendente es que este de la voz es el que menos excepciones ha permitido. ¿Por qué será?
ResponderEliminarAsí como Cantinflas marcó para siempre la forma de hablar del mexicano, Lora marcó para siempre la forma de cantar del roquero mexicano, tiene una verdadera legión de alumnos que institucionalizaron que en el rock mexicano se canta como Lora o se canta mal.
ResponderEliminarBuen punto, estimado Ariel. Y creo que, sin querer, el buen Rockdrigo, primer mártir del rock nacional, lo apuntaló, y como dijera Roberto Ponce, desató una ola de "Rodriguitos", sin nada de su talento. Sólo disiento en lo de Cantinflas. Me parece, y lo digo como barriero que soy de origen, que en ese caso la ecuación es al revés: el habla barriera creó a Cantinflas, que armó la gran suma léxica y tonal que fue captando, pero que estaba ahí antes que él, diseminada. En ese sentido, el único que realmente creó un lenguaje, y para mayor mérito, verosímil, a pesar de ser irreal (reconocido por èl mismo y los analistas de su obra), fue Juan Rulfo.
ResponderEliminarQUE TAL AMIGO MIRE TU BLOG Y CREO ME PUEDES AYUDAR, UNA PREGUNTA SIMPLE,,, HAY ALGUN MATERIAL, SEA GRABACION EN VIDEO O SOLO SONIDO DE LA CANCION DE "ANGEL DE SODOMA" DE JAIME LOPEZ,, INTERPRETADA POR CECILIA TOUSSAINT ? OJALA ME PUEDAS AYUDAR, SEGUN YO LA MIRE EN UN DOCUMENTAL, GRACIAS.
ResponderEliminarMIL DISCULPAS, SIEMPRE PENSE QUE LA CANCION ERA DE JAIME LOPEZ, AHORA QUE VEO LO COMPLETO DE LA INFORMACIÒN PUBLICADA ACABO DE DESCUBRIR QUE LA LETRA ES DE MARIO RIVAS,, EN LA PRIMER VERSION DE MCC 1980-1984 QUIEN CANTA ?
ResponderEliminarQué bueno que encontraste respuesta, estimado Anónimo. Desconozco si Cecilia tiene una versión de esta rola.
ResponderEliminarPor su parte, ambas versiones de "Ángel de Sodoma" las canta Mario Rivas, porque son de MCC en épocas diferentes. Los cambios entre ambas versiones son mínimos, pero igual significativos.
Muchos saludos, y gracias por la visita y el interés.
Fe de erratas: la letra de "Angel de Sodoma" es de J.J. Hernandez.La grabación original y única fue hecha para el cd "1980-1984" el único disco de la banda original.Luego fué tomada "prestada" para completar el LP de otro proyecto llamado simplemente "MCC" y no Música y ContraCultura.Algo parecido, pero no igual.Los teclados (sintetizador,piano eléctrico y String Ensamble) son ejecutados por un servidor sólo en las piezas de mi autoría.Enrique hace lo propio en las suyas.Saludos.Humberto Alvarez.
ResponderEliminarMuchas gracias por las precisiones, estimado Humberto (ya te agradecí ampliamente tu visita en los comentarios de "El muro"). Mi LP de "Sobrevivientes" (junto con muchos otros) lo perdí en una mudanza, y puse los datos mal, basado en la traicionera memoria, pero ya lo corregí. Lo que no me queda claro es eso de que hay una sola grabación de "Ángel de Sodoma". Lo digo porque las versiones de ambos discos son diferentes en arreglos y hasta en la voz de Mario. Pero en fin, lo mejor es poseer ambas grabaciones extraordinarias...
ResponderEliminarMil gracias por la visita y las correcciones. Un abrazo.
En efecto, son versiones diferentes. La primera, es decir, la de Música y Contracultura 1980/1984, tiene una orquestación diferente e incluso Mario la canta totalmente diferente en Sobrevivientes. Pero sin duda ambas versiones son excepcionales y como lo comentan auténticos clásicos. Saludos, atte. Edgar Rivas (hermano y carga maletas de Mario Rivas en los conciertos, ja ja).
ResponderEliminarEstimado Edgar, es un placer tenerte por acá. Aunque ya lo he puesto en los posts de las canciones de MCC en ambos blogs, te reitero que admiro mucho el trabajo de Mario Rivas, para mí el mejor cantante del rock mexicano en la historia. Aún recuerdo cuando fui a un homenaje a él, si mal no recuerdo en el teatro Isabela Corona. Muchas gracias por visitar este espacio, que intenta difundir su trabajo (y que no se olvide), así como el de muchos músicos extraordinarios, pero a veces poco reconocidos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Maese Pingüino, suave rola y con tu excelente elocuencia, me hiciste pensar en el rock progresivo mexicano y la verdad como comentas no son muy afortunados los discos realizados, y si estaria muy de acuerdo que MMC fuera uno de los mejores grupos de rock progresivo mexicano.
ResponderEliminarEn lo personal me gustan:
El Ritual - El ritual
Nuevo México - Nuevo México
Chac Mool - Nada en especial
Decibel - El poeta del ruido
Jorge Reyes y Antonio Zepeda - A la izquierda del colibrí
Luis Perez - en el ombligo de la luna - México mágico cósmico
MCC (música y contracultura)- Lejos del paraíso
Eblen Macari - Música para planetarios
Al Universo - Viajero del espacio
Oxamaxoma - Sin boca con los ojos negros
Caja de Pandora - La caja de pandora
Flüght - Flüght
Nobilis Factum - Nobilis Factum
Iconoclasta - Iconoclasta
Delirium - El teatro del delirio
Carlos Alvarado, Juan Carlos Ruiz, Gustavo Albarrán, Noé Tenorio – La música de Erich Zann
Via Lactea - 1977-1997 Carlos Alvarado
Aleación 0.720 - Aleación 0.720
Nazca – Nazca
Arturo Meza – Suit Koradi
Lucerna Diogenis – Nube
Triangulo - Triangulo
Y lo que se me pasen, aunque debo reconocer que no soy muy aficionado al Progresivo Mexicano al menos estos discos algunos los tengo y otros los he escuchado, algunos los preste y no regresaron, intentare volver a tenerlos, son muy pocos comparados al rock progresivo Italiano que son mis favoritos y en general
Ha!! Aquellos años jugando ajedrez con mis cuates y escuchando a Il Balletto, PFM, Le orme, Banco, De De Lind, Latte e Miele, Ossana, New Trolls, Yes, Pink Floyd, ELP, Mahavisnu, Magma, Ekseption, Gong, Atomic Rooster, Jethro Tull, Focus, Ange, Beatles y Beatles y un larguísimo etc.
Sobre el grupo, ya ni me acordaba de ellos, estaban olvidados en la memoria, como muchos otros que he estado rescatando, desde que me encontré tu blog y de la rola nunca me pareció que hablara de Homosexuales, ahora que la escucho y leo tu reseña, en algunas partes lo sugiere muy sutilmente.
“El muro” el solo titulo trae a la memoria a Pink Floyd, pero en lo mas escondido de mi ser se encuentra ese “muro” que cuando corría maratones, era para lo único que me preparaba para derribarlo y terminar la competencia, la mayoría de las veces lo lograba superar, otras me derrumbaba, pero lo “rodeaba” y en una solo ocasión “abandone” me gano, perdí… que vida!!.
gracias por dejarme recordar esas épocas e intentar luchar para regresar a gozar lo que me gusta hacer.
Un abrazo progresivo sinfónico!!
Gracias a ti, amigo Margarito, y buenísima la lista que aportas. Por suerte conozco todo lo mencionado. En otros posts hablo más ampliamente del progresivo puro mexicano. Aquí me centré un poco en el rock sinfónico, que es el predominante en "Ángel de Sodoma". Como ya conté por ahí, el progresivo es mi subgénero favorito del rock. Yo agregaría a los grupos extranjeros que mencionas a King Crimson, Camel, Tangerine dream y Popol Vuh entre los más destacados. Pero obviamente la lista es inmensa, por suerte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que burro ero yo!! Este comentario era para el Muro!!
ResponderEliminarDisculpa mi buen Pingüino Progresivo.
Y si de los grupos progresivos faltan un buen y luego todas las derivaciones de los mismos, son un chingo.
de todas las corrientes cuando existían los casetes, grababa las rolas que mas me latían, ya sabes Rock Hard una de Doors, Zeppelín, Queen, Status Quo, Janis, Rolling Stones, Deep Purple, etc.
El heavy metal, con Iron Maiden, ACDC, Scorpions, Motorhead, etc.
Del rock nacional también, de los rupestres tengo varios.
Pero nunca pude hacer uno de Rock Progresivo, me era imposible escoger una rola y dejar de escuchar las demás, o definir cual era una de la mejores de Pink Floyd o del Crimson, de Yes o de PFM.
Creo que por eso no hay tantos discos de “lo mejor de Premiata” o “the very best of the Yes”
Ahora con este bello Internet uno encuentra tanta música que es imposible escucharla toda intente hacer un mp3 poniendo una rola por grupo llegue a 100 poniendo solo rolas de 4 minutos, ja tampoco me gusto como quedo.
Otro detalle de pasar progresivo a MP3, es que se separan las rolas y afecta en que hay cortes bruscos.
El día de ayer por trabajo me fui en auto a Huetamo un pueblito en Morelia, me Lleve varios cd´s pero con solo uno la libre y fue todo un agasajo escucharlo a buen volumen,
The Who – “Quadraphenia”
Esperanto –“El ultimo Tango”
Jethro Tull – “Tick a Brick”
Latte e miele – “La pasión según san Mateo”
Génesis – “El borrego dueme en Brodway”
Banco – “Capolinea”
King crimson - “En la corte del Rey Carmesí”
Magma – “Mekanik destruction kommandoh”
Pink Floyd – “El lado Obscuro de la luna”
Yes – “Close to edge”
16 horas de buena música se hacen cortos los trayectos, disculpa por extenderme pero es algo que me apasiona.
Un abrazo!!
Nada que disculpar, amigo Margarito. Yo también soy fanático de oír los cd's en el auto. Incluso suelo esperar haciéndolo las ocasiones que llevo a mi mujer a alguna visita o trámite suyo, y hasta disfruto si tarda, para oír más música. Pecadillos de rockmelómano...
ResponderEliminarUn abrazo.
Estimado, estoy realmente fascinado con tu trabajo, encuentro adjetivos de suma revelancia, pero no encuentro uno que realmente me satisfaga. Quise investigar algo sobre el Movimiento Rupestre con miras de hacer un libro por motivo de la celebracion 20 años de su inicio, y para no elevarme más, me para en seco tu trabajo, ¡genial!
ResponderEliminarGracias por rescatar palabras que se han negado, al menos de modo concienzudo, al Rock Mexicano.
El tianguis Cultural del Chopo tuvo una participación muy activa en lo que se refiere a la difusión de la música de este Movimiento, siendo su principal generador Enrique Falcon, Él distribuia en caset lo mismo en el Chopo que hacia Provincia.
ResponderEliminar¡Ya me pique! Me permito decirte que al estar en la introdución de tu trabajo, ya me estaba lastimando el Yoísmo, mismo que no mencionas más, y que al contrario la claridad de tu exposición eleva tu gran labor.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras, estimado Javier, y ojalá puedas seguir aportando tus comentarios en este y el otro blog.
ResponderEliminarCoincido contigo en lo que dices del Chopo y de Enrique Falcón. Y me alegra especialmente lo que dices del yoísmo, porque es de las cosas que, por ejemplo, pretende evitar el uso de un nick y no del nombre, pese a que algunos tercos insisten en una ridícula búsqueda para saber "quién soy" (que incluye las "deducciones" surrealistas, que van de que soy Rodrigo de Oyarzábal, un integrante de Lucerna Diogenis, Choluis, Roberto Ponce, y a otras a cuál más descabelladas), por más que explico una y otra vez que mi nombre tampoco significa nada fuera de mi círculo íntimo, porque carezco de cualquier renombre. Como dije antes, la búsqueda es que lo que valga sean las opiniones y los análisis, y no el analista, como suele ocurrir excesivamente en muchos medios. Así que te agradezco mucho que valores esa intención.
Gracias de nuevo, y esperaré con mucho gusto tus comentarios. Un abrazo.
Qué tal Pingüíno. En particular el disco "En el ombligo de la luna" de Luis Pérez, ¿te gusta?
ResponderEliminarSin duda alguna, amigo Daniel, y es uno de los clásicos en México de ese subgénero del progresivo que es el etnorrock, así que por supuesto que me gusta mucho, a pesar de que siempre me han atraído más las canciones (es decir, que llevan letra) que las piezas, el talento de Luis Pérez es notable en todo el disco, así que lo disfruto siempre que lo oigo (hace un buen que no lo pongo, para ser sinceros, así que me lo voy a chutar en estos días, gracias a que me lo recordaste). A Pérez le deben mucho los trabajos de etnorrock de Arturo Meza, Humberto Álvarez y todos los demás, porque es de los primeros que sacaron lo étnico y prehispánico del folklore latinoamericano (tipo Gerardo Tamez y los Folkloristas, por ejemplo) y lo llevaron hacia el rock, con la fusión con los sintes, el bajo, etc. Gran trabajo, indudablemente..
ResponderEliminarUn abrazo.
Aunque supe de MCC desde que estaban vigentes hasta hoy me di a la tarea de ir más allá en su música. Lo mío es la voz y coincido que en el rock en México incluso en otros géneros que han dado grandes voces la de Mario Rivas es simplemente, espectacular porque combina todo lo que un cantante debe tener y no es de extrañar por sus orígenes en géneros más melodicos y su dualidad con el teatro lo que le provee un nivel de interpretación operística. Tomando en cuenta que no es un texto de su autoría, lo hace suyo con su interpretación. En lo técnico su respiración y su afinación son impecables lo que le permite ese recorrido de notas. Además más creo que si MCC hubiera tomado elementos más cercanos al metal Mario habría sido el máximo cantante de rock a la altura de Ronnie James DIO, Freddie Mercury, Rob Halford, Bruce Dickinson y Klaus Meine
ResponderEliminarMil gracias por comentar, estimado JuanCa. Y coincido casi en todo lo que señalas, con la sola excepción del acercamiento al metal, porque no creo para nada necesario eso para elevar la calidad de la voz de Mario. De hecho, casi podría afirmar lo contrario: su grandeza es que no se basa en el efectismo vacío propio de los metaleros, sino en la perfecta regulación y control de su voz, para colocarla de la manera necesaria, acorde a las necesidades melódicas y expresivas de la rola, y no al puro lucimiento personal. En ese sentido, lo que aporta al progresivo y al sinfónico mexicano no necesitan para nada un apoyo de otro subgénero, e insisto, menos del metal...
ResponderEliminarMuchos saludos, y ojalá sigas aportando por aquí.