Letra, música e intérprete: Arturo Meza.
Disco. La balada de Galaver.
Disco. La balada de Galaver.
Si tuviera un corazón,
podría sentir tu piel, tu calor,
tocar las estrellas.
Si tuviera un corazón,
podría sentir tu amor, y estremecerme
en el atardecer.
Si tuviera un corazón,
podría entenderte, nena,
y caminar descalzo por tu jardín,
sin temor a las espinas.
Si tuviera un corazón,
podría decir adiós, adiós, adiós
a esta tumba.
Hay cuatro borrachos en mi callejón:
“hey, Meza,
toma una cerveza y canta una canción”.
Si tuviera un corazón,
lo haría con gusto, locos,
pero no,
algo se lo llevó,
algo se lo llevó…
Si tuviera un corazón,
podría encender un cirio por mi país,
por nuestros muertos
sin sepultura.
Si tuviera un corazón,
podría sentir mi cuerpo bajo la lluvia,
podría llorar,
pero no puedo.
Si tuviera un corazón,
tendría una casa esta soledad,
tendría un ritmo
para bailar.
Tendría versos,
podría conjugar un verbo,
pero estoy seco,
mirándote desde aquí,
sin poder decir adiós,
adiós, adiós, adiós, adiós,
adiós, adiós
a esta tumba.
Hay cuatro borrachos en mi callejón:
“hey, Meza,
toma una cerveza y canta una canción”.
Si tuviera un corazón,
un corazón,
pero estoy seco,
sin corazón…
podría sentir tu piel, tu calor,
tocar las estrellas.
Si tuviera un corazón,
podría sentir tu amor, y estremecerme
en el atardecer.
Si tuviera un corazón,
podría entenderte, nena,
y caminar descalzo por tu jardín,
sin temor a las espinas.
Si tuviera un corazón,
podría decir adiós, adiós, adiós
a esta tumba.
Hay cuatro borrachos en mi callejón:
“hey, Meza,
toma una cerveza y canta una canción”.
Si tuviera un corazón,
lo haría con gusto, locos,
pero no,
algo se lo llevó,
algo se lo llevó…
Si tuviera un corazón,
podría encender un cirio por mi país,
por nuestros muertos
sin sepultura.
Si tuviera un corazón,
podría sentir mi cuerpo bajo la lluvia,
podría llorar,
pero no puedo.
Si tuviera un corazón,
tendría una casa esta soledad,
tendría un ritmo
para bailar.
Tendría versos,
podría conjugar un verbo,
pero estoy seco,
mirándote desde aquí,
sin poder decir adiós,
adiós, adiós, adiós, adiós,
adiós, adiós
a esta tumba.
Hay cuatro borrachos en mi callejón:
“hey, Meza,
toma una cerveza y canta una canción”.
Si tuviera un corazón,
un corazón,
pero estoy seco,
sin corazón…
Arturo Meza nos ha entregado un buen número de excelentes canciones místicas y espirituales como La sentencia y Jhasua, de rescate prehispánico e indígena como Misión del poeta y Canto por niño, de mitologías y poesía antiguas como Al amor fraterno y Amar por amar, de sonidos medievales como las ya mencionadas Anael y Eterut, musicalizaciones de poemas como las extraordinarias Adam Cast Fort y Everness de Jorge Luis Borges o las adaptaciones como Madre de Pedro Damián Masson y Lenguas Viperinas de Françoise Villon, etc. Además, claro, de sus obras instrumentales como Suite Koradi o In principio. Y, por supuesto, su extenso material tradicional con letra y música. Sin embrago, como ya dije, ciertas reiteraciones temáticas de pronto hacen que uno eche de menos una búsqueda mayor, novedosa. Quizá cuando Meza se detiene un poco más en la canción íntima aparece esa voz diferente, como en Don guiñapo, Un tipo solitario, La última batalla, etc. Pero es quizá en Si tuviera un corazón donde vemos al Meza más emotivo, más frágil; es el punto máximo de su sensibilidad. Alguna vez, al analizar la obra poética de Carmen Conde, me di cuenta que esta autora expone que el grado máximo de dolor no es el alarido desgarrado; al contrario: es la insensibilidad, la incapacidad para sentir, la parálisis que provoca un dolor que ya rompió todos los márgenes. Algo muy similar se encuentra en Confortably numb de Pink Floyd. Si tuviera un corazón habla de lo mismo, de ese momento en que ya no hay reacción, porque se ha perdido todo; en que, como dice José Emilio Pacheco en El principio del placer, y también Ernesto Sábato en El túnel, la vida se ve como detrás de un vidrio. El protagonista de Si tuviera un corazón es otro “cómodamente insensible”. Pero la rola de Meza se centra en ese mundo posible que la falta de reacción volvió imposible. Todo lo que podría ocurrir si se tuviera ese corazón faltante, todo lo que ya no se concretará. Todo lo que no se sentirá más. ¿Qué es ese “algo” que se llevó el corazón? Arturo Meza no lo dice, pero justo por eso es que su rola es como una plantilla, y ese espacio blanco donde se coloca el motivo recibirá una respuesta por cada escucha, que así podrá hacer suya la canción, pondrá su propio dolor, su propia pérdida, su caída personal.
Es curioso, pero al pensar en Si tuviera un corazón para este post, me vino a la mente Empeñé mi corazón de José Luis Campos Choluis. Ambas canciones, muy en el fondo (o ni tanto) comparten la misma esencia. Pero lo que en Meza es patetismo límite, en Choluis es humor que aligera cualquier atisbo de dolor. Lo menciono porque me parece que son las dos visiones definitorias del rock mexicano, que, cuando se exceden, hacen que de repente zozobre. Esto pasa aun con otras ramas del arte nacional (en el cine esto es muy notorio). Ambos extremos muchas veces ejercen un peso excesivo en los creadores, y la falta de equilibrio es un peligro constante, una trampa en que se cae con demasiada facilidad. En todo caso, ambas canciones sólo señalan los dos extremos, pero obviamente todavía dentro del margen de la calidad (mucho más la de Meza que la de Choluis): lo verdaderamente fallido está más allá, hacia cualquiera de los dos lados, y lo muestra la música comercial, sea balada, reggaetón (no sé si se escribe así, pero eso sí que no me interesa en lo absoluto), grupera, norteña, etc. En el caso de Si tuviera un corazón, su lenguaje, su esencia sincera, su propuesta formal y su arreglo la equilibran lo suficiente para hacerla una estupenda canción.
Arturo Meza decidió interpretar esta canción sólo con teclados ambientales, más un adicional con sonido de acordeón en los estribillos. Esta decisión es inteligente, porque aumenta su sentido íntimo, le imprime un aire casi confesional. Con este arreglo, más la voz tenue que usa aquí Arturo, la emoción se subraya, y Si tuviera un corazón se convierte en una rola enormemente conmovedora; tan auténtica, tan humana, que realmente enchina la piel. Además, la decisión que comentamos, de no explicar el motivo del dolor, la vuelve mucho más catártica para quien la escucha, pese a que, al incluir su apellido en la letra, Arturo Meza igual la firma. Así, escucharla y cantarla a la par de Meza asegura el desahogo, y esa es la verdadera esencia de esta canción.
Es curioso, pero al pensar en Si tuviera un corazón para este post, me vino a la mente Empeñé mi corazón de José Luis Campos Choluis. Ambas canciones, muy en el fondo (o ni tanto) comparten la misma esencia. Pero lo que en Meza es patetismo límite, en Choluis es humor que aligera cualquier atisbo de dolor. Lo menciono porque me parece que son las dos visiones definitorias del rock mexicano, que, cuando se exceden, hacen que de repente zozobre. Esto pasa aun con otras ramas del arte nacional (en el cine esto es muy notorio). Ambos extremos muchas veces ejercen un peso excesivo en los creadores, y la falta de equilibrio es un peligro constante, una trampa en que se cae con demasiada facilidad. En todo caso, ambas canciones sólo señalan los dos extremos, pero obviamente todavía dentro del margen de la calidad (mucho más la de Meza que la de Choluis): lo verdaderamente fallido está más allá, hacia cualquiera de los dos lados, y lo muestra la música comercial, sea balada, reggaetón (no sé si se escribe así, pero eso sí que no me interesa en lo absoluto), grupera, norteña, etc. En el caso de Si tuviera un corazón, su lenguaje, su esencia sincera, su propuesta formal y su arreglo la equilibran lo suficiente para hacerla una estupenda canción.
Arturo Meza decidió interpretar esta canción sólo con teclados ambientales, más un adicional con sonido de acordeón en los estribillos. Esta decisión es inteligente, porque aumenta su sentido íntimo, le imprime un aire casi confesional. Con este arreglo, más la voz tenue que usa aquí Arturo, la emoción se subraya, y Si tuviera un corazón se convierte en una rola enormemente conmovedora; tan auténtica, tan humana, que realmente enchina la piel. Además, la decisión que comentamos, de no explicar el motivo del dolor, la vuelve mucho más catártica para quien la escucha, pese a que, al incluir su apellido en la letra, Arturo Meza igual la firma. Así, escucharla y cantarla a la par de Meza asegura el desahogo, y esa es la verdadera esencia de esta canción.
Y bueno, es tanto el desamor que lo vuelve insensible que el mismo lo abarca de una manera coloquial en el titulo de la rola: "La balada de Galaver" que puede trocarse en un juego de palabras como "La balada de La Verga" o bien "Valevergalabala" En fin, por eso Meza es Galaver
ResponderEliminarEstimado Corredor callejero:
ResponderEliminarEs verdad, aunque yo entiendo el título como un anticipo de "Yo no ero", la rola que cierra el disco, y que concluye "y mi mejor profesión fue mandar todo a la verga", porque todo el disco es una muestra del hartazgo más auténtico, el existencial, lo que se llamó alguna vez el "spleen" en el arte, y que le llega aun a los más sensibles (y quizá más a ellos), como Meza, tarde o temprano, ante el mundo agreste y frío; es decir, por el fracaso del amor, pero también de la política, la justicia, la profesión, etc.
Saludos.
de el dico la balada de galaver, puedo decir que se encuentra entre mis cinco favoritos en cuestion de rock mexicano, desgarradoras las rolas si tuviera un corazon y madre, una manera muy distinta de hablarle de amor a alguien en amor en el eter y poeta de ningun lugar y odio decirlo, la manera como me identifico con yo no ero, sobre todo por esa lapidaria frase final. saludos.
ResponderEliminarCoincido contigo, estimado lalorock, es de lo mejor de Meza, junto a "Sin título".
ResponderEliminarMuchos saludos.
Estimado Pingüino, la mejor reseña de Meza de las que has hecho y una gran canción del Arturo, hace muchos ayeres lo vi en un concierto aun no sacaba su disco de 70 centavo, ya tenia el de “sin titulo” y verlo tan simple en un escenario parco sin luces fue poético, el meza solo con su guitarra y en el cuello su armónica y cantando canciones muchas que no había escuchado fue sublime de ahí, en adelante no me perdía ninguna de sus presentaciones, en una ocasión presentando su disco “ A la Siniestra del Padre” en el Teatro Hidalgo, la neta (disculpa Meza) me dormí y antes de terminar su concierto me salí, fue algo que no había visto del Meza, demasiado Cache, para mi gusto. Todavía conservo una playera de esa presentación que en la parte de atrás trae la letra de los “Relojes Celestes”.
ResponderEliminarAquí te dejo un casete bien fregón del buen Arturo en los que he estado subiendo aparte de rolas inéditas, esta lo que ellos de propia voz comentan de sus canciones bien por ellos http://www.megaupload.com/?d=Y2X1OE9U.
“Arturo Meza en la Galería Clave”
PROGRAMA
.la sentencia
(hace poco que el papa me excomulgó, yo
lo perdono porque soy cristiano)
.pandilla de carniceros
.todo por amor
.tu ya no estas
(quien dice estar separado de la naturaleza la ha estado cagando, ella tiene su plan y eso nos alarma, aguas con los maremotos y los terremotos y ojo con tu egoísmo maestro.)
.en tierra de hipocritas
(va esta rola para los que se sienten solos
que sepan que no estan solos que somos pocos
pero un chingo, va para el flaco, para el ENCISO pues)
.no estas solo
.balada (lenguas viperinas)
.debe haber un lugar
.las flores del mal(no me dejes caer)
.dejadme en paz
por andar hablando mal de yuri, perdonanos yuri!!
.sombras
Que lo disfrutes, un abrazo!!
Mil gracias por las palabras y el aporte, amigo Margarito.
ResponderEliminarTambién me tocó ver al Meza a pura lira y armónica, creo que en el teatro Legaria. Bueno, en un par de rolas se subió el Blu con su sax, creo que en "Madre" y en "Sólo están jugando a matarte". Y efectivamente, fue muy emotivo, e íntimo, porque no pasábamos de 30 en el público. A mí no me aburre el Meza con grupo y sus rolas más ambiciosas, pero lo que sí me pasó es que también me tuve que salir antes de que acabara un concierto, creo que en el teatro Isabela Corona, ¡porque estaba tan entusiasmado el Arturo, que ya llevaba más de tres horas tocando, y si yo seguía allí me iban a cerrar el metro, y no hubiera tenido cómo irme a mi casa! Igual fue un agasajo absoluto, porque verlo con grupo no es muy habitual...
Un abrazo, y gracias de nuevo.
Hola Pingüino Elemental y Margarito, afortunadamete cuento con una amistad muy bonita con Arturo, hay una relación muy fraterna de él y mi familia, yo lo he visto en concierto hace como 16 años. Lo he visto en la presentación del disco Descalzos al Paraíso, acompañado de un grupo de Etno y de los Galaverianos, además de los Alacrángeles y hoy del Maqaqo y del Chario y claro que solo, y la neta han sido experiencias únicas. El solo con su guitarra, su voz y su experiencia escénica, me ha tocado conciertos de 3 horas y eso que me salí porque me tenía que ir caminando (Porque no traia para el taxi) desde Av. La Paz hasta Tetlán algo así como un chingamadral de kilometros. Eran las 3 de la madrugada y la neta me iba a quedar dormido en una de las callejuelas y esperar el primer camión pero hacia un chorro de frío y po´s a caminarle para agarrar calor. Meza me late y a mi familia también. He visto a muchos roleros y trovadores, pero la neta Arturo llena el escenario y cabrón, lo he visto llorar al cantar Paloma, lo he visto encabronanrse al cantar la cena del Chacal, lo he visto avergonzarse cuando decía: "Soldado del ejercito mexicano hasta cuando te convertirás en un caballero Águila", tantas cosas... Gracias.
ResponderEliminarGracias a ti, estimado Fabiancito, por todos tus aportes. Y qué buena suerte de contar con la amistad de Arturo. Yo lamentablemente no tengo el gusto de conocerlo, pero este blog deja bien claro el aprecio crítico por su obra...
ResponderEliminarUn abrazo.
Genial Fabiancito, quien no quisiera tener de cuate al buen Arturo, si lo conozco y he platicado con el en algunas ocasiones y siempre es un gustazo oírlo, espero hallas bajado el casete que deje esta de lujo, un abrazo!!
ResponderEliminarSe me ocurren varias ideas con esta rola: Un cuerpo en estado vegetativo totalmente consciente, pero imposibiltado de manifestar emociones; quizàs como lo dice Arturo, un muerto sin sepultura tirado al pie de la carretera; un corazòn seco...Tambièn me remite al fantasma de Canterville de Charlie Garcìa
ResponderEliminarIsmael Monroy
Gracias por el comentario, estimado Ismael. Supongo que a todos nos evoca diferentes cosas esta rola, y eso es parte de su sentido.
ResponderEliminarMuchos saludos.
Gracias por esta seleccion Pinguino elemental, la verdad se agradece, difiero en una que otra canción dentro de tu selección, pero asi es esto, cada uno crea su propia historia detrás de cada canción y eso la hace especial. Saludos!
ResponderEliminarGracias a ti, estimado Anónimo, y ojalá sigas aportando tus comentarios, y si puedes, usando algún apodo, para poder reconocerte entre otros Anónimos.
ResponderEliminarSaludos.
Cuando estaba viendo la película de Intensamente, en la parte cuando el tablero de los sentimientos está por dejar de funcionar, me recordó al análisis de Si tuviera un corazón, porque lo que se comenta aquí es lo que le estaba pasando a la protagonista, se aproximó bastante a ese máximo dolor. Pingüino, has conocido a personas que si lo hayan alcanzado?? Sería mejor trabajar en expulsar los sentimientos para quién sufre de ellos??. Saludos. Atte Cesc.
ResponderEliminarQué gusto leerte de nuevo, estimado Cesc.
ResponderEliminarNo he visto la película que señalas, así que mucho no puedo comentar. Pero sí que conozco ese tipo de dolor, y en varias personas, pero, además, en mí mismo, a raíz de la pérdida de mi mejor amigo, y también por el fracaso de una relación amorosa. Esa sensación terrible de querer y necesitar llorar, pero no poder, no se la deseo a nadie... Y respecto a lo último, siempre es mejor sacar y vivir al límite el dolor. Es la única forma de irlo gastando. De otro modo, el proceso sólo se retrasa, así que no se gana nada con evadirlo. Pero también eso ocurre cuando se activa como mecanismo de defensa, que, como todos, cumple la función de evitar que la persona se desestructure emocionalmente y no logre soportarlo. Aun así, es mejor enfrentar ese dolor, llorar todo lo que se necesite. El peor consejo o consuelo que se le puede decir a alguien que llora es decirle "no llores". Al contrario, hay que invitarlo a llorar, a sacarlo todo, y por el tiempo que sea necesario, justo por lo ya señalado...
Saludos.
Gracias por tu sinceridad y valentía al contarnos tu experiencia Pingüino, y que con el apoyo del pseudónimo siento inspiración para hacer una: me pasa algo similar a lo que comentas, lo de no poder llorar desconsoladamente, cuando siento la necesidad de hacerlo en automático aparece algo que lo bloquea arruinando mis planes de liberarme de ese malestar, y claro! el dolor aumenta. Por eso es que quisiera de una vez por todas arrancar esos sentimientos pesimistas y que me impiden ver la esperanza. Bueno, confesar esto también ayuda en algo, aunque no lo suficiente. Otra vez gracias por tu atención y tus comentarios. Te mando un gran abrazo.
ResponderEliminarAtte. Cesc
EliminarGracias ati, amigo Cesc, por compartir también tu emoción. Eso es algo realmente valioso. Sólo añadiría a lo dicho que los sentimientos pesimistas (ya que los mencionas) también hay que verlos con otro valor. Lo importante es buscar la opinión crítica, lo más objetiva que nuestra condición humana permita. Es decir, lo lógico es sentir pesimismo ante situaciones que objetivamente así lo sugieran (por ejemplo los triunfos de Trump y las derechas en Latinoamérica, el crecimiento de la inseguridad en México, etc.) Y por lo mismo, aceptar las mejorías cuando ocurran objetivamente (el crecimiento de la tolerancia ante la diversidad sexual, el progreso
Eliminarmédico y científico, la nueva liberación de la mujer, etc.). En ese sentido, el pesimismo es útil, si abre caminos creativos, por ejemplo, como bien señala Lucerna Diogenis en su rola "Nube", así que hay que revalorarlo, siempre y cuando se convierta en una pausa reflexiva, una visión crítica, y un camino de creación. Como dije por ahí, prácticamente todo el arte moderno se ha creado gracias al pesimismo. Así que no hay por qué avergonzarse de sentirlo; al contrario, seguramente es una muestra de capacidad crítica ante tanto optimista edulcorado imbécil y kitsch que pulula por todos lados...
Un abrazo, y fuerza.
Para mí ese "algo" no es más que una adicción. Ese umbral inalcanzable de dopamina que te hace sentir adormecido ante cualquier estímulo que te proponga la vida y su gente. A veces lo que siento no es tristeza, sino resignación, apatía, y termino por aislarme de todo aquello que me hace feliz, de la gente que me quiere. Sentirse así es una condena. Es perder la misma batalla una y otra vez; no mejorando para la siguiente lucha...sólo sentarse en el mismo sofá raído viendo pasar una vida que prometía, levantándose para volver a ser noqueado por enésima vez.
ResponderEliminarGracias por compartir tu reflexión, estimado La Carne. Lo bueno de dejar abierto l motivo como hace Arturo Meza, es que la función catártica que tiene la canción resulta más amplia, cada uno puede poner su propio motivo. Muchos saludos, y espero sigas aportando en estos espacios.
ResponderEliminar