viernes, 21 de mayo de 2010

34. SOLEDAD

Letra, música e intérprete: Botellita de jerez.
Disco: Naco es chido.



Si las cosas hablaran,
te contarían la soledad
y el llanto oculto
en mi máscara de piel.

La noche se vuelve un rostro
amenazador,
que envuelve en su oscuridad
mis ojos y mi voz.

Uh, soledad,
olvídame y déjame crecer.
Uh, soledad,
busco mi tranquilidad.

Dejaría muchas cosas
por curar la enfermedad
que día a día alimenta
mi triste soledad.

Uh, soledad,
olvídame y déjame crecer.
Uh, soledad,
busco mi tranquilidad.

Soledad,
olvídame y déjame crecer.
Uh, soledad,
busco mi tranquilidad.

Soledad,
soledad,
soledad.

Botellita de jerez es un grupo conocido principalmente por sus canciones urbano-humorísticas (eso lo prueba hasta su mismo nombre, que, para los extranjeros que lo desconocen, es la primera parte del dicho o fórmula verbal infantil, que termina con: “todo lo que digas será al revés”, y que sirve para “defenderse” de las ofensas), algunas muy bien logradas, como De tripas, cuajo y corazón, El adicto, Todos tienen tortita menos yo, Negro’s blues y Heavy metro, además del caso excepcional de El Tlalocman, una rola históricamente importantísima, por haber sido compuesta por una increíble combinación de nombres: el actor y director de cine Alfonso Arau (padre de Sergio Arau, el guitarrista de Botellita de jerez), el gran ensayista y cronista Carlos Monsiváis y el auténtico cronista de la ciudad, el mil veces imitado por el rock Chava Flores, y que fue grabada primero por el grupo Los tepetatles del propio Alfonso Arau. De hecho, es una pena que la versión de Botellita de jerez de El tlalocman finalmente no haya quedado en la lista de este blog, además de lo señalado, por su genial solo intermedio de música prehispánica, pero eso demuestra que el método de selección que utilicé para esta lista quedó por encima de gustos personales, como ya expliqué.
En todo caso, Botellita de jerez no sólo hizo canciones livianas. Lo demuestra una auténtica canción de amor como Guarda mi corazón, además de la sentida e intensa Soledad, su rola más seria, más introspectiva. La letra de Soledad es bastante transparente: se limita a describir el opresivo sentimiento del título, que impide el desarrollo interno, la plenitud, y su estribillo acude a la figura retórica de la deprecación, un ruego para que ese obstáculo emocional se compadezca, y libere el alma del autor, lo que recuerda, en la trova, la canción Vuela, pena de Amaury Pérez, ya que en ambas canciones se personalizan los dos sentimientos. Pero si el lenguaje de Soledad es más bien sencillo, no por eso excluye la propuesta poética, sobre todo en las dos primeras estrofas y el estribillo, en que metáforas y prosopopeyas poseen una belleza sobria, tenue, pero firme y certera. La letra no tiene grandes ambiciones, porque está mucho más concentrada en su función catártica, de un modo muy sincero y emotivo.
Pero, en un caso muy similar al de Triste canción de sus contemporáneos de El Tri, la gran fortaleza de Soledad es su potentísimo arreglo y su emotiva melodía, que equilibran esa sencillez letrística, y elevan la rola. Un fenómeno que analiza muy atinadamente Juan Villoro en La poesía en el rock, a propósito de lo difícil que resulta transcribir la fuerza poética de Satisfaction de los Rolling Stones cuando se trata de traducirla y explicarla: parte de su sentido poético está en la amalgama atmosférica, en el espíritu que crea la fusión de letra, música e interpretación, así que un análisis literario puro, limitado sólo a la letra, no logrará dimensionar en su plenitud la auténtica riqueza formal de la rola. Lo mismo ocurre con Soledad, pues la manera en que Botellita de jerez la desarrolla, forma parte fundamental de su verdadero nivel poético. Hay que recordar que una canción es justo la suma de todos estos elementos, música, letra, interpretación vocal, arreglo, ejecución de los instrumentos y aun la concordancia de todo junto. Así, analizar una letra de canción como se analiza un poema es posible, pero limitado, parcial, y finalmente, pobre.
Para el arreglo de Soledad, Botellita de jerez mantiene la alineación clásica del trío de rock: la guitarra eléctrica de Sergio Arau, el bajo de Armando Vega Gil y la batería de Francisco Barrios, El Mastuerzo. Es interesante, entonces, que la riqueza del arreglo no radica en la incorporación de muchos o exóticos instrumentos, sino en la potencia de la ejecución de los músicos. Los solos de guitarra, el introductorio y el intermedio, son los mejores en la carrera de Sergio Arau, y lo mismo puede decirse de su voz, generalmente la más pobre del grupo, no por su afinación ni potencia, sino por lo áspero de su timbre. Por su parte, las armonías del estribillo son realmente impecables. Botellita de jerez siempre se caracterizó por su talento para las armonías vocales, gracias a que sus tres miembros son cantantes principales en diferentes canciones. La dulzura y control de la voz de Paco Barrios le permitió, de hecho, su carrera de solista. Y el caso de Vega Gil es aún más notable. He sostenido, y vuelvo a sostener, que es uno de los mejores cantantes de la historia del rock mexicano, junto a Mario Rivas de MCC (el mejor), Kiko Bandido, Arturo Huizar y Baltasar Mena (si es que ese es el nombre correcto del cantante principal de Naftalina en rolas como A los States con los cuates y El show de Cretina, aunque podría ser Renato López, no estoy seguro). Sólo que a Vega Gil nunca se le ha reconocido su nivel, notorio en rolas como La guerra en mi casa y las mencionadas Negro’s blues y Todos tienen tortita menos yo. En todo caso, las tres voces juntas de Botellita de jerez logran las mejores armonías del rock mexicano (caso aparte es el de Guillermo Briseño en su disco Briseño, Carrasco y Flores, las mejores armonías que he oído, pero con voces realizadas por él mismo, en doblaje de estudio). Y en el estribillo de Soledad se muestran a plenitud. Además, el solo de guitarra intermedio viene acompañado de un cambio de ritmo, que luego regresa al original; un recurso muy grato, fuerte, de una intensidad energizante, que coincide con la necesidad de desahogo del protagonista, misma que, por medio de la catarsis de la guitarra gimiente, se vuelve la nuestra.
Así, Soledad es una gran rola, porque alivia el alma sin grandes aspavientos, sin recurrir más que al poder interpretativo de Botellita de jerez, centrado en la garra y la expresión básica, primigenia, pero altamente poética en el conjunto de sus hallazgos musicales, corales y letrísticos.

6 comentarios:

  1. Era la segunda mitad de los turbulentos 80s, cuando esta rola retumbo en mi cerebro, via espacio 59 y Fernanda Tapia,y de inmediato se volvio una de mis favoritas, en esos años habia yo escuchado muy poco de rock mexicano, los exitos de el three souls, algo de down fillet, el rock de el et de Rockdrigo, fue cuando rolas como estas me abrieron un naciente universo de alternativas, ya que buscando aqui y alla fui conociendo todo lo referente a rock mexicano, asi llegaron el Trolebus, la misma Botellita de jerez, Jaime Lopez, toda la obra de Rockdrigo, los rupestres y tantos otros que en mi primera juventud me emocionaron y me influenciaron, y hasta la fecha sigo buscando rolas olvidadas y recreandome con esta musica, por eso cuando llegue a este blog hagan de cuenta que llegue al paraiso. saludos.

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  2. Uy, muchas gracias por lo que dices, amigo Lalorock. El verdadero paraíso es el rock y todo el arte de calidad. O mejor dicho, es uno de los alivios para el infierno de la vida moderna. Y aquí se difunde y valora críticamente nada más. Pero igual se agradece.
    Un abrazo.

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  3. Chido, amigo Margarito, gracias por el aporte habitual.
    Si fuera por importancia histórica, sin duda los botellos estarían en los primeros lugares. Rola por rola, competían con creaciones de mucho peso, así que no logró entrar todo lo deseado en la lista. Pero en el otro blog ya está "El tlalocman", por ejemplo, y seguirán apareciendo cosas. Por cierto, "La invasión", para mí lo mejor de Arau como solista, estuvo muy cerca de entrar aquí. Seguro en el otro blog aparecerá pronto.
    Un abrazo.

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  4. Que recuerdos me trae esa grabacion de los Botellos, sobre todo la de "Naco es Chido", para mi de las mejores grabaciones que hicieron, se me hace un disco completo, es el disco que mas he comprado, ya que mi hermano lo prestaba, y no regresaba,y cosas asi, una vez en Manzanillo, compre el tape "Naco es Chido", sali de la Tiendas de Discos y cassettes, estaba bien emocionado, quitandole el plastico con que envolvian a las cintas,choque con una señora, se me cayo el tape y con la pasadera de la gente, me lo pisaron y valio chetos, y pues lo tuve que comprar otra vez, hace tiempo vinieron a tocar de forma gratuita, pero me los perdi, queria que me autografiaran el "Estuche de Peluche", pero no se pudo, lastima, tambien recuerdo sus videos del Charrockandroll, los veia en un programa llamado "Flores de Aslfalto" hace ya varios ayeres y de la cancion "Soledad", siempre me ha llegado hasta el fondo de mi ser,mis respetos para esos botellos en aquella época, sin olvidar de su presentacion en la peli "Tacos de Oro" al lado de "El Chicho" y de Mario Almada, saludos

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  5. He seguido la situación, estimado Juan, como sigo todo lo que pasa en el país, aunque efectivamente no tanto por las redes sociales. Y me ocurrió un fenómeno muy curioso. Resulta que el amigo Daniel Albarrán me consultó por mail mi opinión sobre cierta rola que él encuentra muy mala (yo coincido), pero terminamos intercambiando opiniones sobre la censura. Todo esto varios días antes de la muerte de Armando, y en un fragmento penosamente premonitorio, le escribí "...veo que en nombre de la defensa feminista, incluyente, el combate al bullyng, las minorías sexuales y de otras luchas loables, se está cayendo en el prohibicionismo, sea del humor, la obra de arte, la crítica (¿no te ha tocado ver que cualquier crítica a la mujer se tilda de inmediato de sexista o machista?), etc. Uno suponía que el proceso de modernización de la sociedad implicaría una inexorable ruta hacia las libertades. Me preocupa sentir que se está dando todo lo contrario: un crecimiento de las restricciones, de los impedimentos y hasta de la censura. ¿Los chistes de gallegos se considerarán ahora discriminatorios? ¿Poner personajes risibles originarios de algún pueblo o ciudad es defenestarlos? ¿Es lógico, como sucedió, acusar que el personaje de Memín Pingüín es racista? ¿La parte crítica hacia las limitaciones que el rol cultural femenino propicia en las mujeres, en la mencionada 'La víbora' de Fabio Morábito, es sexismo? Creo, estimado Daniel, que hay que tener mucho cuidado, porque estamos empezando a transitar por una zona peligrosa. El otro día escuché (o leí, no recuerdo), por ejemplo, que a raíz de los abusos sexuales denunciados, de distintos productores, directores y actores de Hollywood, y dada la dificultad de probar esos abusos, se proponía que bastara el testimonio de la mujer para que se ejercieran acciones penales, con el argumento de que '¿para qué mentirían?'. ¿Te parece lógico? Eso implicaría abolir la presunción de inocencia, y eliminar la llamada 'carga de la prueba', dos de los derechos que más trabajo costó consolidar en la historia del estado de derecho. Sería una total locura, un retroceso brutal, que nos acercaría a las épocas del totalitarismo y el oscurantismo, propio de mentalidades como las de Trump, Bolsonaro, Macri, Piñera, Fox y demás fauna. ¿De veras la efectiva y enorme dificultad de probar estos delitos sin duda repugnantes justifica que el feminismo se acerque a la irracionalidad de estos personajes?".
    Como podrás ver, mi opinión al respecto, de manera anticipada al terrible suceso de Armando, está ahí, y más la reitero tras lo que sucedió...
    Un abrazo.

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  6. A mí me parece que esa decisión por ser tan personal es imposible juzgarla, amigo Juan, justamente por esos vacíos de información que señalas. Lamento la pérdida para el rock y la literatura, y sobre todas las cosas lamento muchísimo si la pasó muy mal Armando, eso sí. Pero lo otro, es estrictamente personal, y por ello, como digo, ajeno a un juicio, al menos para mí.
    Un abrazo.

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