Letra, música e intérprete: Arturo Meza.
Disco: Para un compa.
Disco: Para un compa.
Es terrible odiar
a una mujer
que pasó sus días a tu lado,
en la sierra, en la costa, en un pueblo solitario,
en el hambre, en el frío y en el pan.
Es terrible odiar
a tus 60 años,
y aceptar el beso en Navidad.
Frente a los hijos, es triste el desencanto,
pero aún más duro el precio por pagar.
En el hambre, en el frío y en el pan.
Es triste caminar
en solitario,
con el llanto congelado en el pecho,
ver tus huellas en la arena, sin ella a tu lado,
fabricando la armonía del camino.
Es terrible odiar
a aquella mujer
que te dio sus años como quien da un suspiro.
Es triste cruzar el desierto entre susurros
de recuerdos de esos días sin tu soledad.
En el hambre, en el frío y en el pan.
Cuánto darías hoy
por que estuviera aquí.
La muerte es un ángel de sonrisa tierna.
Tu casa sin ella es un frío calabozo,
tu pene es un demonio que se ríe de ti.
Tu casa sin ella es un frío calabozo,
tu pene es un demonio que se ríe de ti.
En el hambre, en el frío y en el pan.
Tu pene es un demonio que se ríe de ti,
de ti.
a una mujer
que pasó sus días a tu lado,
en la sierra, en la costa, en un pueblo solitario,
en el hambre, en el frío y en el pan.
Es terrible odiar
a tus 60 años,
y aceptar el beso en Navidad.
Frente a los hijos, es triste el desencanto,
pero aún más duro el precio por pagar.
En el hambre, en el frío y en el pan.
Es triste caminar
en solitario,
con el llanto congelado en el pecho,
ver tus huellas en la arena, sin ella a tu lado,
fabricando la armonía del camino.
Es terrible odiar
a aquella mujer
que te dio sus años como quien da un suspiro.
Es triste cruzar el desierto entre susurros
de recuerdos de esos días sin tu soledad.
En el hambre, en el frío y en el pan.
Cuánto darías hoy
por que estuviera aquí.
La muerte es un ángel de sonrisa tierna.
Tu casa sin ella es un frío calabozo,
tu pene es un demonio que se ríe de ti.
Tu casa sin ella es un frío calabozo,
tu pene es un demonio que se ríe de ti.
En el hambre, en el frío y en el pan.
Tu pene es un demonio que se ríe de ti,
de ti.
Entre las sorpresas que me deparó esta lista, lo que ocurrió con Arturo Meza es curioso: muchas de las tantas buenas canciones suyas iban quedando fuera de la lista, y al final esta número 67 es su primera aparición, es decir, sorprendentemente tardía. Por otro lado, otras canciones suyas quedaron en los primeros lugares, lo que suena contradictorio. Para rematar, nunca me imaginé que En el hambre, en el frío y en el pan iba a ser una de las que se quedaran. ¿Cómo se explica todo esto? Creo que la respuesta es que este fenómeno refleja lo que Meza mismo es: contradicción. No me refiero a sus posturas, ni a su estilo. Más bien a la calidad de su obra, un tanto dispareja, aunque puedo afirmar que casi toda en el buen nivel. Arturo Meza ha pasado por la música instrumental progresiva como en Réquiem o Suite Koradi, el etnorrock como en Quetzal o Flores nuevas, la canción de aires medievales o renacentistas como Anael o Eterut, la balada-rock como Flor de canto de primavera o Debe haber un lugar, e incluso el corrido en Yo no ero, y el rock’n’roll en Lupe o Sombras. Pero no es la diversidad de ritmos lo que lo hace ligeramente disparejo. Más bien ciertas reiteraciones temáticas, ciertas reincidencias, le dan un aire que a veces suena a conformismo, tanto en letras como en melodías. Es como si no siempre se exigiera lo que en muchos momentos alcanza a dar. No obstante, no hay duda de que Arturo Meza es uno de los grandes compositores del rock mexicano. Quizá eso mismo provoca en el escucha una expectativa exagerada. Y eso es todo.
Como sea, En el hambre, en el frío y en el pan es una canción que trasciende, porque reflexiona sobre un tema muy poco tocado por el rock: cómo el matrimonio deforma los sentimientos originales, hasta convertirlos en una compleja relación de amor-odio. La literatura sí ha reflexionado sobre ello. Dos claros ejemplos serían Por el camino de Swann (primer tomo de En busca del tiempo perdido) de Marcel Proust y La escuela de las mujeres de André Gide. Lo mismo, pero tratado humorísticamente, se lee en La vida conyugal de Sergio Pitol. En cine, pero en otros contextos y edades, algo se ve en La guerra de los Roses de Danny DeVito y en Luna amarga de Roman Polansky. En la trova, algo toca el asunto la canción Años de Pablo Milanés. Pero el rock no se ha metido mucho con el tema, seguramente porque es demasiado “adulto”.
En el hambre, en el frío y en el pan narra, de manera desgarrada —aunque indirecta—, este proceso de deterioro amoroso. Otras canciones de Arturo Meza poseen más méritos musicales y letrísticos de manera aislada, pero forman parte de temas ya demasiado sobados, han perdido frescura. En esta canción son la originalidad del tema y el atrevimiento de su lenguaje los que la colocan en esta lista. Un ejemplo de ello, aparentemente trivial —pero si uno lo piensa bien, no tanto—, es que en esta canción quizá por primera vez se usa la palabra pene en un contexto no sólo no humorístico, sino francamente serio. Lo que encierra este detalle es la propuesta de un lenguaje y un análisis diferentes, sin prejuicios morales, sin tabúes. Algo que ya se había abolido gracias al humor; pero en este caso Arturo Meza lo lleva a la reflexión más seria, y esto pareciera marcar una nueva etapa dentro del rock mexicano, que empieza a verse a sí mismo como una creación artística. Pete Townsend de The Who decía que si a principios de los 60’s alguien les hubiera dicho a los rocanroleros de entonces que lo que hacían era arte, ellos mismos se hubieran reído. En cambio, si a fines de la misma década alguien hubiera puesto en duda que lo que hacían los mismos rockeros era arte, éstos lo hubieran apaleado. Ese mismo proceso ha costado un poco en México. La línea humorística, es decir, de ruptura y crítica, pero antisolemne, sólo a través de las canciones de humor, ha imperado, hasta volverse casi total. En el hambre, en el frío y en el pan pareciera ser un ejemplo de esa nueva visión que tiene el rock mexicano de sí mismo, más trascendente, como un asunto de mayor importancia. Como arte.
La melodía de En el hambre, en el frío y en el pan se sostiene en el sencillo punteo acústico, casi country, de la guitarra de Meza. Sin embargo, al alternar tanto con tonos menores, se acopla al tema de la letra, se vuelve serio. Al final, Arturo Meza ensaya algo muy poco habitual en la música, de hecho considerado casi inarmónico: el paso del mismo acorde mayor (Re Mayor) a su variante menor (Re menor), y de nuevo al tono mayor dominante (Re Mayor). El único caso que recuerdo es el de los Beatles, que lo usó en I’ll be back (ahí en tonos de La), también en el final. Este recurso resulta atrevido, lógicamente, y conseguir que suene bien, no forzado, es un verdadero logro.
Así, En el hambre, en el frío y en el pan pasa de ser una canción que parece no tener demasiado, a mostrar toda su riqueza si se analiza con detenimiento. Y como ya dije, esa sorpresa la viví yo mismo.
Como sea, En el hambre, en el frío y en el pan es una canción que trasciende, porque reflexiona sobre un tema muy poco tocado por el rock: cómo el matrimonio deforma los sentimientos originales, hasta convertirlos en una compleja relación de amor-odio. La literatura sí ha reflexionado sobre ello. Dos claros ejemplos serían Por el camino de Swann (primer tomo de En busca del tiempo perdido) de Marcel Proust y La escuela de las mujeres de André Gide. Lo mismo, pero tratado humorísticamente, se lee en La vida conyugal de Sergio Pitol. En cine, pero en otros contextos y edades, algo se ve en La guerra de los Roses de Danny DeVito y en Luna amarga de Roman Polansky. En la trova, algo toca el asunto la canción Años de Pablo Milanés. Pero el rock no se ha metido mucho con el tema, seguramente porque es demasiado “adulto”.
En el hambre, en el frío y en el pan narra, de manera desgarrada —aunque indirecta—, este proceso de deterioro amoroso. Otras canciones de Arturo Meza poseen más méritos musicales y letrísticos de manera aislada, pero forman parte de temas ya demasiado sobados, han perdido frescura. En esta canción son la originalidad del tema y el atrevimiento de su lenguaje los que la colocan en esta lista. Un ejemplo de ello, aparentemente trivial —pero si uno lo piensa bien, no tanto—, es que en esta canción quizá por primera vez se usa la palabra pene en un contexto no sólo no humorístico, sino francamente serio. Lo que encierra este detalle es la propuesta de un lenguaje y un análisis diferentes, sin prejuicios morales, sin tabúes. Algo que ya se había abolido gracias al humor; pero en este caso Arturo Meza lo lleva a la reflexión más seria, y esto pareciera marcar una nueva etapa dentro del rock mexicano, que empieza a verse a sí mismo como una creación artística. Pete Townsend de The Who decía que si a principios de los 60’s alguien les hubiera dicho a los rocanroleros de entonces que lo que hacían era arte, ellos mismos se hubieran reído. En cambio, si a fines de la misma década alguien hubiera puesto en duda que lo que hacían los mismos rockeros era arte, éstos lo hubieran apaleado. Ese mismo proceso ha costado un poco en México. La línea humorística, es decir, de ruptura y crítica, pero antisolemne, sólo a través de las canciones de humor, ha imperado, hasta volverse casi total. En el hambre, en el frío y en el pan pareciera ser un ejemplo de esa nueva visión que tiene el rock mexicano de sí mismo, más trascendente, como un asunto de mayor importancia. Como arte.
La melodía de En el hambre, en el frío y en el pan se sostiene en el sencillo punteo acústico, casi country, de la guitarra de Meza. Sin embargo, al alternar tanto con tonos menores, se acopla al tema de la letra, se vuelve serio. Al final, Arturo Meza ensaya algo muy poco habitual en la música, de hecho considerado casi inarmónico: el paso del mismo acorde mayor (Re Mayor) a su variante menor (Re menor), y de nuevo al tono mayor dominante (Re Mayor). El único caso que recuerdo es el de los Beatles, que lo usó en I’ll be back (ahí en tonos de La), también en el final. Este recurso resulta atrevido, lógicamente, y conseguir que suene bien, no forzado, es un verdadero logro.
Así, En el hambre, en el frío y en el pan pasa de ser una canción que parece no tener demasiado, a mostrar toda su riqueza si se analiza con detenimiento. Y como ya dije, esa sorpresa la viví yo mismo.
Hola, pues primero felicitarte, de verdad, qué trabajao tan arduo y fino, creo es mucho pero imaginate qué maravilla será un libro impreso con disco en los que estén las 106 canciones..no se puede??
ResponderEliminarSaludos y Felicitaciones de nueva cuenta
Muchas gracias por la visita y las palabras, Fabiancito. Y por supuesto que me encantaría la idea, nada más que ahí sí que tanto problema de derechos de autor con los músicos lo hace irrealizable, dado que un libro sí implicaría afanes de lucro (aun si no se desearan). Así que mejor escojo este espacio virtual, público y gratuito, y la mera difusión. Y créeme que una valoración como la tuya me basta.
ResponderEliminarUn gran saludo, y gracias de nuevo.
a mi modo de ver, meza es uno de los mejores letristas de el rock mexicano, pocas canciones de el pueden llegar a ser intracendentes, en su mayoria son letras de gran calidad literaria, de en el hambre en el frio y en el pan, puedo decir que cuando la escuche alla por el 91 o 92, me sorprendio la tematica que nos lleva a un terreno poco conocido para el rock. grandes rolas las que se analizan en tu blog, gracias por el tiempo dedicado a esta obra. saludos
ResponderEliminarGracias a ti por seguir aportando, estimado lalorock. Muchos saludos.
ResponderEliminarEstimado Pingüino, tienes razón es sorprendente que esta canción halla conseguido desplazar a muchas otras buenas canciones de Meza, en lo personal siempre me ha gustado no porque para mi fuera una gran rola, sino como te comente en la rola de “LA MUJER (SE VA LA VIDA, COMPAÑERA)” me ayuda a pensar que hacer para no llegar a esa edad odiando a quien mas deberías amar, esto es muy común entre nuestra sociedad, aunque diría que esto va cambiando, porque ya no es como antaño de que te casabas y si era hasta la muerte, hoy es mas común los divorcios, la unión libre, es un agasajo como reseñas esta canción. saludos
ResponderEliminarMil gracias por tus palabras, generosas como siempre, amigo Margarito.
ResponderEliminarUn abrazo.
Vaya manera tan interesante de re escuchar las canciones con los aportes de quien las analiza, sumamente interesante, felicitaciones quien quiera que seas, me voy bien ilustrado y eso que apenas llevo 2 lecturas, saludos!
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tus palabras, estimado Anónimo, y ojalá sigas aportando comentarios por aquí.
ResponderEliminarEn cuanto a quién soy, pues fácil: el Pingüino Elemental.
Muchos saludos.
¿COMO OBTENER ESTA MUSICA?, LA VERDAD YO NO HABIA ESCUCHADO LA MAYORIA DE ESTAS CANCIONES, YO SOY DE LA ERA DEL ROCK EN TU IDIOMA Y EN ADELANTE, Y SE ME HACEN BASTANTE BUENAS, FINO TRABAJO EL QUE HAS HECHO AL HACER ESTA SELECCION, TE FELICITO Y ADELANTE.
ResponderEliminarMi buen de este Blog, puede descargar un buen de discos, aqui va la discografia casi completa del buen Arturo Meza que la disfruten.
Eliminarhttp://ruidourbanoo.blogspot.mx/2012/03/arturo-meza-discografia-completa.html
Mil gracias, estimado Anónimo, y me alegra muchísimo que estos espacios hagan que el rock mexicano de calidad llegue a quien podría valorarlo, pero no lo conoce por una consecuencia del manejo de los medios. Ese es el mayor objetivo de todos aquí y en el otro blog. Lo que me cuentas me confirma lo que siempre he sostenido: que la estrategia del "rock en tu idioma" de alguna disquera ochentera fue básicamente mercadotécnica, y que al final hacía mucho más mal que bien, porque hacía creer que el rock digerible que difundía era todo el rock, tanto español y argentino, como mexicano. Esa confusión se logró en muchísimos casos, y es justo el fondo de lo que me cuentas...
ResponderEliminarPor último, prácticamente todo el material que está aquí se consigue en el ciberespacio, sólo hay que buscar con paciencia y perseverancia. Además de lo que se puede obtener en las tiendas, tianguis y librerías que todos sabemos, por supuesto...
Muchos saludos, y ojalá sigas aportando tus comentarios en los blogs.
Amigo Juan, lamentablemente sólo conozco el poemario que incluía en la primera versión, en cassette, de "Canciones para cantar en el infierno", y para serte sincero me decepcionó mucho, porque todas las licencias que se permiten en la letra de canción, que finalmente son las que la diferencian del poema, Arturo las seguía utilizando, al parecer por no comprender que la poesía pertenece a otra lógica artística, así que me pareció realmente malo como poeta. Desconozco su obra narrativa, pero me temo que este desconocimiento de los lineamientos de la literatura seguro también impregnan esa línea, porque se nota que proviene de una nula formación teórica al respecto, y si eso en la letra de canción puede no ser fundamental, sí lo es en la poesía...
ResponderEliminarUn abrazo.
Por cierto, ojo, porque le pasa lo mismo a muchos poetas cuando intentan hacer una letra de canción, y por los mismos motivos, sólo que al revés, así que no es un problema exclusivo de Arturo. Sólo quienes tienen verdadera formación teórica en ambos rubros pueden hacerlo bien, y obviamente eso es muy escaso...
ResponderEliminarFe de erratas: me acabo de acordar que el poemario venía en la primera versión de "A la siniestra del padre", y no de "Canciones..."
ResponderEliminarAl contrario, amigo Juan, gracias a ti por darle esa importancia a mis opiniones.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola. Entre las películas que abordan el tema de la deformación de los sentimientos originales de una pareja hacia el amor/odio no se me ocurre mejor ejemplo que "Historia de un matrimonio", 1973, de Ingmar Bergman. Además de su interesante historia, es un notable duelo actoral entre sus protagonistas, Liv Ullman y Erland Josephson. Saludos (soy el Anónimo que preguntó el otro día sobre los Hombres G).
ResponderEliminarEstupendo aporte, estimado Anónimo (usa un apodo para diferenciarte y reconocerte, plis), y me alegra mucho que estés de nuevo por aquí. Hay muchas obras artísticas más sobre el tema, así que me alegra que aparezcan estos aportes que enriquecen a todos.
ResponderEliminarMuchos saludos, y gracias.