Intérprete: Lucerna Diogenis.
Disco: Nube.
en la cama deshecha.
Quiero huir.
Madre, estoy aquí:
¿quién te lo pidió?
Quiero huir.
Quiero huir.
Tengo el lenguaje
de los dementes.
Quiero huir.
¿Te importa mi ansia,
mis manos amoratadas?
Quiero huir.
Familia, ¿valgo menos
que un televisor?
Quiero huir.
Quiero huir.
Y tú, pestaña larga, cerebro inútil,
hazme bañarme en soporíferos.
Quiero huir.
¿Crees que me contradigo,
que soy incoherente?
¡No! Quiero huir.
Sólo sé de finales,
y de tus uñas con mi sangre.
Quiero huir.
Quiero huir.
Pierdo la razón,
denme una navaja.
Quiero huir.
¿Y tienes el cinismo
de llorar por mí?
Cuando un autor auténtico compone desde la desnudez emocional, sin duda está corriendo un gran riesgo. Resbalar, sonar cursi o melodramático se vuelve muy factible. Por eso, es inmenso el riesgo que corre Lucerna Diogenis en Quiero huir. Esta rola es dolor puro, dolor hecho canción. Casi sin procesar, casi sin control. Una canción de alto riesgo, bien sacada adelante. Porque Quiero huir es impactante, una rola para llorar, para escapar al mismo tiempo que el grupo, a través de ella, escuchando ese lamento de intensidad inaudita. Es evidente la influencia de Nobody home, y (en el final) de Mother de Pink Floyd, quizás excesiva (además de la homónima de John Lennon, y otra suya: Nobody loves you (when you’re down and out)). Pero si se van a reflejar influencias tan claras, al menos el resultado debe estar a la altura, y en Quiero huir Lucerna Diogenis realmente conmociona, desgarra el alma de quien la escucha. Y lograr eso sin caer en lo sensiblero no es fácil.
Estructurada con frases cortas, al estilo de Azorín, pero desde el lenguaje poético, y sobre todo acudiendo a la interrogación retórica descarnada, sin concesiones, sin piedad, Jorge Meneses crea el mayor ejemplo de autodestrucción depresiva, esa que nos hace apagar las luces para pensar en quien no nos quiere, o embriagarnos para recordar en lugar de olvidar. Quiero huir es El grito de Munch, una canción cercana al Expresionismo, a los cuadros de Frida Kahlo, al martirio. Una rola que se canta cuando se toca fondo, cuando no se puede caer más bajo emocionalmente. En eso se acerca a Entre la guerra y la paz de Gerardo Enciso, Yer blues de los Beatles, y aun a Esta canción de Silvio Rodríguez en la trova, canciones que desglosan la caída interna, la absoluta derrota, como la del final de la novela Carpe Diem de Saúl Bellow, cuando el llanto estalla, la represa emocional no aguanta más. Si la rola comienza con una suavidad autómata, como tras un vidrio opaco, como vive quien ya no reacciona de puro dolor, de pronto se enciende, se acrecienta la amargura, el repaso de todo lo que ha creado esa condición: la indiferencia de la familia, una existencia que uno no escogió, la mujer que no sabe valorar la absoluta entrega, etc. Y la rola explota, llega a la cumbre del resquebrajamiento, del corazón roto, y sólo cabe ya el alarido impotente del cantante, ya sin control, sólo semejante al de Roger Waters de Pink Floyd en The final cut y Don’t leave me now, y Gerardo Enciso en Cadáver. Sin duda alguna, una rola que enchina la piel, porque está escrita desde la herida abierta, desde la fractura a flor de piel. Tal vez (junto a la mencionada Cadáver de Enciso) la rola más auténticamente conmovedora del rock mexicano, de una intensidad insuperable. Pero una vez más esa emoción verdaderamente estrujante no se impone al cuidado estilístico del autor. El lenguaje no es facilista. Es efectivo, inequívoco, pero no formalmente simple. De hecho, la técnica literaria que Meneses escoge es la del vitral, la del mosaico, la creación de un todo a través de pedazos sueltos que van develando de a poco su totalidad, su ligazón, al estilo de Rayuela de Cortázar, Pedro Páramo de Juan Rulfo o La feria de Juan José Arreola, pero aquí de manera más oscura y lírica, pues prácticamente no hay tono narrativo en los fragmentos. Este estilo hace sentir que la explosión interna del protagonista de la rola no es la primera; que ya la han precedido varias, con el mismo proceso desgarrado, masoquista, de repaso de la condición lamentable, patética, en que se encuentra. Y por lo tanto, tampoco será la última; se trata de un proceso de duelo, infinito, o por lo menos de larguísimo alcance. De ahí los cambios temperamentales que la voz y la música van sufriendo. Hasta el final, abierto, al estilo de Nobody home de Pink Floyd como ya dijimos, que encierra un reproche para el escucha, semejante al de la revisada Viaducto Piedad de José Elorza, porque todos somos responsables de ese dolor, así que nuestra reacción conmovida es sólo una mentira más. Un recurso estilístico eficaz, similar al que Lucerna ya usó en Suley Imaginaria, sorpresivo y contundente.
Pero si la letra de Quiero huir es impactante, la música y el arreglo son estremecedores. La melodía, de una cadencia tristísima, es melancolía pura en su inicio de guitarra electroacústica y sintetizador con sonido de cuerdas. Pero conforme crece la emoción de la voz, adquiere potencia dolorosa, justo cuando la batería enfatiza el ritmo, mientras surge uno de los requintos más perfectos del rock mexicano, de una precisión incomparable en las notas, la duración y los juegos de los dedos y la palanca de vibrato, igual que en la elección del efecto distorsionador de la guitarra, que la vuelve amplia, intensísima, pero a la vez suave, dulce. Y la voz de Jorge Meneses alcanza aquí un nivel impecable, tanto en los agudos altamente complejos como en los gritos desgarrados.
De este modo, Quiero huir no sólo es la obra máxima de Lucerna Diogenis, sino una rola cumbre de la emoción auténtica. Quizá la canción más conmovedora y desgarrada del rock nacional.
De este modo, Quiero huir no sólo es la obra máxima de Lucerna Diogenis, sino una rola cumbre de la emoción auténtica. Quizá la canción más conmovedora y desgarrada del rock nacional.
Lucerna es un completo descubrimiento para mí, ni siquiera había oído nombrar a este grupo y lo descubrí por tu blog, pero por otra parte, es un descubrimiento muy grato.
ResponderEliminarEstimado Ariel, me alegro de que uno de los principales propósitos de este blog se cumpla: que mucha música poco conocida del rock mexicano se difunda. Lo esperaba con Lucerna, con Tierra baldía, Barburia, MCC, Iván Rosas, Jaime Moreno Villarreal, Carmen leñero, etc., todos de poco público en realidad.
ResponderEliminarLucerna efectivamente es un grupo muy underground, y lo conozco sólo gracias a que pertenece a mi subgénero favorito del rock: el progresivo, y a largas y añejas escombradas en el Tianguis del Chopo (aunque lo había oído en Radio Educación en su etapa urbana como "Boleto del metro", pero sin relacionarlos). Por ahí en alguno de los blogs que recomiendo aquí (creo que en "La enciclopedia del rock en tu idioma", si mal no recuerdo) está a la mano su material...
A Lucerna no los conocia, llegue a ellos buscando una rola de Boleto de Metro que se llamaba Estatuofilia y que por cierto me gustaba mucho, No encontre la rola, pero me tope con esta buena banda!
ResponderEliminarEstupendo, Alex, y como le dije al buen Ariel, esa es la idea, ayudar, en la modesta medida que se tiene al alcance, a que los músicos y los oyentes se encuentren.
ResponderEliminarSaludos.
No sé si este mensaje pueda leerlo el amigo Álex... Soy Gerry Meneses, integrante de Boleto del Metro y de Lucerna DIOGENIS, me emociona tu comentario y te platico que tengo el mp3 de Estatuofilia, además de un par de versiones nuevas de la rola. Hasta llegar a la versión más lograda, que realicé con Stupid Band y Nono Tarado en el disco Gramática y Geografía. Gracias a un blogspot tan rico y saludos siempre...
ResponderEliminarGracias a ti de nuevo, estimado Gerry, y seguro el buen Alex estará muy contento del aporte, ojalá por aquí también nos llegue... Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarEstimado Pingüino Marinela, que rolon!! es muy grato haber descubierto a Lucerna Diogenis, en este tu blog ya tengo sus 2 discos y están de pelos y de antes tenia su casete como Boleto del Metro como agradecerte tanto aporte.
ResponderEliminarEsta rolita es muy desgarradora en ella percibo el dolor de haberme equivocado en la elección de mi pareja o de mis acciones con ella y al pasar los años si no tomo una decisión drástica terminare como lo dice Meza en otra rola que analizaste aquí “Es terrible odiar a tus 60 años, y aceptar el beso en Navidad”, pero los compromisos que adquirimos para bien o para mal nos impide dar el paso de liberarnos de esa “carga” y sobre todo cuando ya hay hijos, terminas siendo un mueble y si… menos que el televisor chido por el Jerry Meneses.
Aquí les dejo el Casetito de Boleto del metro para aquellos que no lo tengan.
http://www.megaupload.com/?d=8MRX6P3U
Boleto del metro “la ultima lagrima”
01.estatuofilia
02.muestrame
03.polvo de luna
04.estrella fugaz
05.que voy hacer
06.preguntando en los umbrales
07.fantasma
08.la ultima lagrima
Un abrazo bien Lucerno!!
Genial el aporte, amigo Margarito. Yo también había digitalizado este cassette de Boleto del Metro, pero no me gustó cómo me quedó, apenas estaba aprendiendo a digitalizar, así que se te agradece mucho. Por cierto, Lucerna en realidad tiene 3 discos, además de otro medio conceptual junto a Fausto Arrellín del grupo Qual, así que todavía te faltan esas adquisiciones. Y claro, también el que el mismo Gerry nos avisó aquí, como solista (que aún no tengo, por cierto). Y hay que agregar otra cosa: en un nuevo espíritu, que celebro muchísimo, algunas bandas de rock están liberando sus materiales en mp3 gratuitamente en sus páginas web. Así lo hizo Carlos Arellano con su disco "Zombra", y también Lucerna Diogenis lo hizo, así que sus discos se pueden conseguir gratis en su propia página. Por cierto, que su página, que encontré sin querer buscando imágenes para este blog, es de las mejores que un grupo de rock mexicano haya hecho, así que hay que visitarla. No sé por qué, pero en general los rockeros mexicanos cuando mucho se han conformado con espacios en myspace, con poca información, y bastante monótonos, así que sería muy deseable que esta excepción (que se debe, supongo, a que el proyecto de Lucerna es más amplio, e incluye una editorial y otras cosas) fuera imitada por el resto de los grupos y solistas...
ResponderEliminarUn abrazo, y gracias de nuez por el aporte, estimado Margarito.
Uff, indescriptible lo que esta canción provoco en mi, siendo desconocida hasta este momento. Y con una escuchada, sin lugar a dudas, sera ya un clásico en mi mente. Genial, genial, genial. Josue Velasco
ResponderEliminarComo en los otros casos que me has señalado, me alegro mucho dártela a conocer, estimado Josué, y coincido con tu opinión.
ResponderEliminarUn abrazo.