jueves, 20 de mayo de 2010

29. CANCIÓN PARA ALEIDA

Letra, música e intérprete: Carlos Arellano.
Disco: Canciones domésticas.



Un grito en la oscuridad
solicita tu voz, como una lámpara.
Flotas en el cuarto, luna circular.
Rasgas el manto de esta noche triste,
que se enciende por ti, como una lámpara.

Oh, Aleida, nuestra historia navegando
alocadamente en este cuarto, que pregunta
por su tranquilidad.

Oh, Aleida, tu rostro al filo del espejo,
vigilando el insomnio y el reflejo que los ojos
húmedos dan.

Oh, Aleida, cuánta soledad,
cuánta ausencia
que duele.

Oh, Aleida, las naranjas dulces de los parques,
los llamados de conciencia y los grandes compromisos
por cumplir.

Oh, Aleida, tus puntuales pasteles de cumpleaños,
las tiernas tarjetas que hace años se dejaron
de recibir.

Oh, Aleida, cuánta historia,
cuánto amor
que duele.

Oh, Aleida, la ansiedad urgía nuestros cuerpos,
inventábamos sitios y secretos donde hallar
el amor.

Oh, Aleida, los deseos nocturnos en tu patio,
los abrazos lúbricos, el recato de nuestra
media desnudez.

Oh, Aleida, cuánta historia,
cuánto amor
que duele.

Oh, Aleida, esta oscuridad se cierra,
este sueño, en su sorda espera, martiriza
mi corazón.

Oh, Aleida, esta noche se detiene,
amagan sus sombras, y se extiende hasta el centro
del dolor.

Oh, Aleida, cuánta soledad,
cuánta ausencia
que duele.

Un grito en la oscuridad
solicita tu voz, como una lámpara.
Flotas en el cuarto, luna circular.
Rasgas el manto de esta noche triste,
que se enciende por ti, como una lámpara.


Carlos Arellano es quizá el rockero mexicano que más canciones de amor ha escrito. Rolas como Perra guardiana, la ya analizada Nunca dejaré que te vayas, Amor veloz o Dos días, todas tocan el tema amoroso, logrado o malogrado, desde ángulos diversos, pero siempre de manera honesta, muy sentida y sincera. Si bien en algunos momentos cae en lo sentimental, esa honestidad, además de los recursos estilísticos que utiliza, le dan a las canciones un tono más profundo, más amplio. En todo caso, Canción para Aleida es de los ejemplos más logrados, porque la emoción se equilibra con el fondo y la búsqueda formal. En esta canción Arellano se acerca más a la nueva canción de amor de los rupestres originales (sin duda él es uno de sus continuadores), con su nueva propuesta de léxicos y figuras retóricas, de la que ya hemos hablado ampliamente. Pero en este caso, hay un mayor interés por preservar cierta continuidad con la tradición poética mexicana, que por innovar o aportar humor y fusiones con campos semánticos novedosos. Así, sólo comparable con Se decolora de Jaime Moreno Villarreal, Canción para Aleida funde en sus líneas lo mejor de la herencia poética moderna de México (es decir, de López Velarde en adelante) y Latinoamérica, con la riqueza de la mejor canción de rock folk y hippie en general. La poesía de Canción para Aleida se asemeja a la de Crosby, Stills & Nash, Procol Harum y Moody blues, pero también a la de Jaime Sabines y Mario Benedetti. La belleza de las imágenes de esta canción es francamente insuperable, y podemos ver aquí al Arellano más inspirado, pero también al más exigente con su propio estilo. Una vez más nos topamos con una estrofa de apertura, que se vuelve también de cierre, formando un círculo, que provoca una sensación de permanencia del sentimiento. La letra le canta a la mujer perdida, al amor derrotado, pero completamente vivo en el recuerdo. Además de las estrofas mencionadas, las principales son los pilares de la forma más compleja, apuntalados por pequeños estribillos más sencillos, con función de glosa, y que alternan su orden en las dos partes de la canción, escindidas por el extraordinario y originalísimo dueto de guitarras. Una letra impecable, hermosa, muy conmovedora, llena de metáforas, comparaciones y prosopopeyas de gran riqueza poética. De lo mejor de Arellano.
La música de Canción para Aleida es una balada-rock clásica, sutil, cálida, de una delicadeza emotiva, pese a que Carlos Arellano se hace acompañar de un grupo de rock eléctrico puro: Tierra baldía, del que, como ya dijimos, formó parte en sus inicios como bajista (pero no en el disco que grabaron). Las guitarras rítmicas sueltan punteos suaves en todo momento, llenando la melodía. Y como dije antes, en el requinto intermedio forman un dúo, primero en armonía, y luego en los mismos tonos, pero separados una octava, un recurso muy usado sobre todo por los grupos pesados, pero también por David Gilmour de Pink Floyd (por ejemplo en Dogs), sólo que en Canción para Aleida es desde las armonías más dulces. Lo curioso es que aquí el requinto no suena áspero, sino desgarrado a nivel emocional, pero sin dejar de ser dulce, tal como el sentimiento que refleja la rola ante la pérdida del amor. Una de las guitarras (seguramente de Olinto Montiel, aunque no se especifica en el disco) termina en una nota muy aguda, como en un llanto suave, por lo que el dúo resulta profundamente melancólico. Por su parte, la voz de Arellano, siempre dulce, resulta muy apropiada para la atmósfera de la canción.
Así, Canción para Aleida es uno de los puntos máximos de la balada-rock en México; una muestra de que la ternura y la delicadeza no están peleadas con la originalidad, la intensidad musical y la letra inteligente. Sin duda alguna, una de las mejores canciones de amor.

6 comentarios:

  1. Este disco, bastante olvidado, es de lo mejor que hay en el rock mexicano de los ochentas, letras consistentes y convincentes, más un intento por rescatar al rock hecho en México.

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  2. Cierto, amigo Ariel, y fue una verdadera renovación generacional del rock mexicano, tras la muerte de Rockdrigo. Qué gusto volver a contar con tus enriquecedores comentarios, que ojalá sigan.
    Un abrazo.

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  3. El buen Carlos Arellano en su primer disco me sorprendió su magistral manera de componer y de cantar, y en especial esta canción fue un gustazo escucharla hasta la saciedad (aun no me sacio)
    Cuando iba a tener mi segundo hijo/hija, dijeme si es Niña se va a llamar Aleida y que alguien en su vida le cante así!!

    Un grito en la oscuridad
    solicita tu voz, como una lámpara.
    Flotas en el cuarto, luna circular.
    Rasgas el manto de esta noche triste,
    que se enciende por ti, como una lámpara.

    y si es niño se llamara Jaime (por el Lopez, estaba bien loco y sigo!!)
    Y pues fue niña, en una tocada del buen Arellano, le presente a mi hija y le comente que fue debido a su canción que ella se llamaba así, eso lo emociono mucho y me comento que habían varios casos y que no se lo merecía, la neta aun no te das cuenta de la cancionsota que escribiste!! Y se rio.

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  4. Genial anécdota, estimado Margarito. Un nombre tan lindo e inusual tenía que desencadenar algo así. Ya ves que hasta Rockdrigo lo hizo con "Lalena" de Donovan, pues a su hija le puso así por esa rola (sí, la mismísima Amandititita, pues se llama Amanda Lalena).
    Saludos.

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  5. En general las rolas romanticas de Arellano, estan plagadas de poesia, poesia que evita que caigan en terrenos cursis o sentimentaloides, a mi modo de ver, sus canciones estan por encima de muchas baladas de artistas que tienen mas apoyo o que pertenecen a grandes disqueras. Arellano simplemente no lo necesita, es increible como una persona, en la mayoria de las veces, solo con una guitarra nos mueve las fibras mas intimas de el corazon, Arellano es simplemente uno de los grandes de el rock mexicano.

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  6. Coincido totalmente, estimado Lalorock, Y además de todo, Carlos es una excelente persona.
    Muchos saludos.

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