lunes, 31 de mayo de 2010

66. LA ALMOHADA ELÉCTRICA

Letra, música e intérprete: Jaime López.
Disco: Jaime López.



Fuiste al doctor por una receta,
y te recetó una moraleja.
Fuiste al doctor por una receta,
y te recetó una moraleja.

Tu cabeza en la almohada
pregunta que por qué sacan chispas tus sueños.
Esos sueños eléctricos hablan dormidos,
diciendo que han rellenado de electroshocks
la almohada.

Sífilis mental te diagnostican,
¡ah, pues sí!, ¡las malas compañías!
Sífilis mental te diagnostican,
¡ah!, ¿te cae? ¡Las malas compañías!

Venerable venérea mirada
la del doc, que, benévolo, dice
que el contacto sexual es mental, demencial;
te cuestionas en dónde tendrá este doctor
la bragueta.

Debe de darle delirium semen, dolly

Ya tu mamá te sienta a la mesa,
y más y más te faltan las fuerzas.
Ya tu mamá te sienta a la mesa,
y más y más te faltan las fuerzas.

En secreto sazonan tu sopa
y ese plato está lleno de chochos;
no los ves, más te van deprimiendo, dejándote lelo.
¡Qué rara manera de actuar la de tu
familia!

Fuiste al doctor por una receta,
y te recetó una moraleja.
Sí, fuiste al doctor por una receta,
y te recetó una moraleja.

Tu cabeza en la almohada
pregunta que por qué sacan chispas sus sueños.
Esos sueños eléctricos hablan dormidos,
diciendo que han rellenado de electroshocks
la almohada,
la almohada,
la almohada.


Quizás el mayor aporte —además del rítmico— que dejó el rock’n’roll de los pioneros, fue la primera insinuación de una liberación sexual. No sólo con los movimientos del baile, sino con maquilladas alusiones en las letras. En México, los covers no conservaron ese tono, debido a la época. El rock de Avándaro, al ser mayoritariamente en inglés, tampoco logró aportar demasiado (Nasty sex de La Revolución de Emiliano Zapata, el caso más notable, gustó más por su ritmo y sus figuras de guitarra que por el conocimiento del contenido de la letra). La trova y el Canto nuevo tampoco influyeron mucho en ese ámbito, pues el tema sexual no era prioritario, más preocupados de los contenidos sociopolíticos y amorosos. La excepción es Acuéstate, hazme sentir y derramarme en cada poro de tu cuerpo de Pablo Milanés. La verdadera influencia se dará en la literatura y en el cine. La llamada literatura de la onda sí ejerció notable influencia en los rockeros contemporáneos a ella. Obras como De perfil y Se está haciendo tarde (final en laguna) de José Agustín, Gazapo de Gustavo Sáinz, Pasto verde y El rey criollo de Parménides García Saldaña, Las jiras de Federico Arana y aun El vampiro de la colonia Roma de Luis Zapata fueron lecturas que dejaron su huella (además de las obras extranjeras, por supuesto, sobre todo de los beats como Ginsberg, Kerouac y Burroughs). Así, de nuevo, es hasta la aparición del rock rupestre cuando la música refleja esa nueva visión de la sexualidad, con canciones como Sangre de Roberto González, Oh, María de León Chávez Teixeiro, la ya analizada Rojos de marzo de Roberto Ponce o, desde el humor, Oh, yo no sé de Rockdrigo.
La nueva libertad sexual es un tema recurrente en Jaime López, como lo muestran Ámame en un hotel o Bonzo. Pero siempre logra mostrarnos otros lados, otros matices, y apela a otros léxicos, a otros recursos literarios y musicales. En La almohada eléctrica una vez más nos entrega una rola con impresionante manejo de la elipsis. Casi sin expresarlo, es decir, más por lo que sugiere que por lo que dice, en esta canción nos muestra cómo los mecanismos de represión de la sexualidad: familia, malos terapeutas, etc., más los miedos propios, no sólo provocan las frustraciones, sino la desconexión con la realidad, la inautenticidad, el autoengaño. López denuncia una sociedad y una cultura de doble moral, hipócritas, que se fundamentan en el control de los impulsos, y que se escandalizan ante el cuerpo y sus expresiones. Pero, una vez más, López lo hace no a través del sermón, sino del sarcasmo, mucho más efectivo, certero, liberador, y sobre todo, artístico.
Pero por si todo eso fuera poco, en La almohada eléctrica Jaime López se hace acompañar por un arreglo de voces estilo jazz, o más exactamente, de grupo coral rocanrolero, que recuerda a las Chordettes y a las Ronettes, pero con influencias de gospel, be bop y hasta boogie. La melodía surge a capella, llena de ritmo, garra y soltura de la voz de Jaime, sobre las armonías femeninas —seguramente negras, pues hay que recordar que López grabó este disco en Nueva York—, y una voz masculina de bajo. Así, pocas veces podemos encontrar en el rock mexicano un arreglo tan profesional y potente. La voz de Jaime López nunca desmerece. Al contrario: con su timbre tan particular y su fraseo lúdico, crea un estupendo contraste con la suavidad energética (al oírlas se darán cuenta que no es contradicción) de las voces femeninas. Disfrute puro, y no por ello menos profundo.

4 comentarios:

  1. Estupendo análisis mi buen Pingüino, otra rolota intrínseca, y que siempre en todos los conciertos el Buen Jaime la toca más bien la canta, siempre a capela con su guitarra colgando de lado y haciéndonos al publico participes de ella, la letra como comentas con mucho sarcasmo.

    Pero siempre el destino nos alcanza, la rolita la escuchaba la cantaba, luego me case y la rolita la escuchaba y la cantaba, después tuve hijas y la rolita la escuchaba y la cantaba, después ellas crecieron y ya solo la rolita la escuchaba y pensaba “chin y si les pongo sus chochos en la sopa?” pero creo que al final valió la pena tanta dedicación a ellas y más de mi esposa, ya que pasaron bien sus años mozos y ahora ya mayores(no tanto), escucho la rolita, la canto y sonrió y pienso pinche Lopez me hiciste ver mi suerte, jejeje.

    Saludos terapeutas estimado Pingüino.

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  2. Ja, ja, muy buen puntacho, amigo Margarito. Eso demuestra que la influencia de la música en la vida de quienes son verdaderamente sensibles a ella se da, aun inconscientemente, como cuentas. Como bien dijo Federico Arana en "Las jiras", hay que valorar siempre a los que, con su obra e ideas, han intentado bajarnos de los árboles y abrirnos la cabezota, y Jaime López lo ha hecho sin duda alguna. Quizá el humor, su gran herramienta, lo logra de manera menos notoria. Pero de que pega en el blanco, pega, como bien cuentas.
    Un abrazo.

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  3. siempre he sido un seguidor de la musica de lopez y suele suceder como con mucho otros que descubro material "nuevo" nunca habia escuchado esta rola, buensiima, una vez mas gracias de nuevo

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  4. Me alegro mucho, amigo José, y nada que agradecer, es un placer ayudar a la difusión de López.
    Un abrazo.

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