Letra y música: Enrique Pato Montes.
Intérprete: Trolebús.
Disco: Trolebús en sentido contrario.
Intérprete: Trolebús.
Disco: Trolebús en sentido contrario.
Son las seis, el tiempo corre,
el timbre suena y corta
tu soñar.
El primer insulto al día,
entre lagañas, dices,
ya sin pensar.
Entras a la regadera,
bautiza el agua tu malestar.
Blandes la navaja de rasurar,
queriendo afeitar la realidad.
Te sirves un desayuno frugal,
la prisa es el café, es tu pan.
La oficina es el punto final,
ya se aproxima esa ola glacial.
Te suben al cielo en un elevador,
y bajan los bonos de tu corazón,
tecleando pantallas gandallas,
haciendo llamadas a fantasmas,
escribes la muerte en tu piel,
en tu piel.
Dime si tu mano aún vive,
o si ya sólo dices adiós.
Si bostezas el hastío,
quedó siempre el reloj,
o preguntas: “¿qué es lo que soy?”.
Para evitar claustrofobia
y ahuyentar la luz artificial,
una ventana pediste,
y te pusieron un fotomural.
Quieres sólo una ventana,
de perdida para saltar,
para que al menos te sientas,
te sientas muerto de verdad.
Te suben al cielo en un elevador,
y bajan los bonos de tu corazón,
tecleando pantallas gandallas,
haciendo llamadas a fantasmas,
escribes la muerte en tu piel,
en tu piel,
en tu piel.
el timbre suena y corta
tu soñar.
El primer insulto al día,
entre lagañas, dices,
ya sin pensar.
Entras a la regadera,
bautiza el agua tu malestar.
Blandes la navaja de rasurar,
queriendo afeitar la realidad.
Te sirves un desayuno frugal,
la prisa es el café, es tu pan.
La oficina es el punto final,
ya se aproxima esa ola glacial.
Te suben al cielo en un elevador,
y bajan los bonos de tu corazón,
tecleando pantallas gandallas,
haciendo llamadas a fantasmas,
escribes la muerte en tu piel,
en tu piel.
Dime si tu mano aún vive,
o si ya sólo dices adiós.
Si bostezas el hastío,
quedó siempre el reloj,
o preguntas: “¿qué es lo que soy?”.
Para evitar claustrofobia
y ahuyentar la luz artificial,
una ventana pediste,
y te pusieron un fotomural.
Quieres sólo una ventana,
de perdida para saltar,
para que al menos te sientas,
te sientas muerto de verdad.
Te suben al cielo en un elevador,
y bajan los bonos de tu corazón,
tecleando pantallas gandallas,
haciendo llamadas a fantasmas,
escribes la muerte en tu piel,
en tu piel,
en tu piel.
Pese a ser en general un grupo de canciones humorísticas compuestas por José Luis Campos Choluis, Trolebús expone esta canción como doble excepción: es seria, y el compositor y cantante es el requintista Enrique Pato Montes (que pasó después a La Maldita vecindad y Los hijos del 5º Patio). A través de metáforas y prosopopeyas consecutivas, sencillas, pero bien logradas, la primera parte de la letra refleja la mañana monótona del oficinista hasta que llega a su trabajo. La desesperanza de los días repetidos, de la labor opaca, intrascendente, han eliminado cualquier anhelo; lo único que queda es un deseo de aire y luz de día, pero el oficinista no obtendrá ni eso en un medio deshumanizado y con el objetivo único de la productividad. Así, la ventana es el símbolo de un escape irrealizable: el aire, la luz, son en realidad máscaras que ocultan el verdadero deseo, el del fin, el de la puerta —la ventana— que termine con tanto tedio, aunque sea con una caída liberadora, al fin liberadora. Pese a que Trolebús ensayó un ángulo distinto para el mismo tema en la rola 7º piso (y que la comparación no deja de ser interesante), ésta sí compuesta por Choluis, sin duda Blues de las ventanas (título erróneo, porque no se trata realmente de un blues) es superior, tanto en su propuesta estilística, como en su intensidad emotiva. La calidad de la composición de Enrique Pato Montes sorprende, sobre todo si se compara con la otra canción que aportó al grupo: El anzuelo, más cercana al humor urbano y el mensaje directo característicos del grupo, pero por lo mismo menos atrevida en el uso de la elipsis narrativa.
La música y el arreglo son muy propios de una alineación de grupo urbano, y a pesar de los desajustes de volumen de una mala mezcla (lo que ocurre sólo con esta canción, además de Troleblues, que no pertenecían al LP original, sino que se añadieron para la edición del CD), su esencia más visceral le da a la melodía el tono de hartazgo y desesperación que su tema requería. Lo más original del arreglo es la breve introducción musical que imita el sonido de ese reloj que saca del sueño y lleva al protagonista a ese nuevo día que nunca quisiera que llegara.
En conclusión, Blues de las ventanas es la mejor muestra del lado más reposado y analítico de Trolebús, pero sobre todo del deseo de hacer algo más trascendente que la risa novedosa, quizá el obstáculo mayor de esta banda.
La música y el arreglo son muy propios de una alineación de grupo urbano, y a pesar de los desajustes de volumen de una mala mezcla (lo que ocurre sólo con esta canción, además de Troleblues, que no pertenecían al LP original, sino que se añadieron para la edición del CD), su esencia más visceral le da a la melodía el tono de hartazgo y desesperación que su tema requería. Lo más original del arreglo es la breve introducción musical que imita el sonido de ese reloj que saca del sueño y lleva al protagonista a ese nuevo día que nunca quisiera que llegara.
En conclusión, Blues de las ventanas es la mejor muestra del lado más reposado y analítico de Trolebús, pero sobre todo del deseo de hacer algo más trascendente que la risa novedosa, quizá el obstáculo mayor de esta banda.
Jaja, buena puntada, amigo Margarito. Un abrazo acarnalado de vuelta para ti.
ResponderEliminarComo amo esta rola es tan buena
ResponderEliminarMe extraña el no encontrar en esta lista rolas como tlatelolco68, viajero, dolor de madre, falsa sociedad, redada, etc...., de la banda bostik
ResponderEliminarGracias por el interés, estimado Reno. En el análisis de "Construcción" de Chico Buarque, en el otro blog, está una explicación clara y detallada de por qué ninguna canción de la Banda Bostik aparece en esta lista, así que su lectura debería hacer que no te extrañe. Lamentablemente sospecho que la explicación no te va a gustar... Pero bueno, te agradezco igual el comentario. Saludos.
ResponderEliminarNtp
ResponderEliminarTodos se quejan de su vida de Godinez hasta que llega la quincena. A lo mejor me fallan las trompas de eustaquio pero escucho "viendo siempre el reloj" en lugar de "quedó siempre el reloj".
ResponderEliminarPero eso de la quincena sólo demuestra la falta de alcances reales que padece esa gente, estimado M.A.R.X., así que seguirá siendo el síntoma, y no el problema...
ResponderEliminarY gracias por la corrección de la letra. Tienes toda la razón. Otra de las malas jugadas que me hace la transcripción sin tener las letras oficiales a mano (casi nunca se puede). Lo corregiré en cuanto pueda. Afortunadamente, el análisis no se altera por el error.
Saludos.
Me gusta la canción, básicamente nos dice de su día pero en forma con sentimiento y en forma de desesperación. Los últimos versos me gustaron más.
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