jueves, 3 de junio de 2010

83. CHILANGA BANDA

Letra, música e intérprete: Jaime López.
Disco: Odio fonky.
Es de sobra conocida la versión de
Café Tacuba en su disco Avalancha de éxitos, mucho más comercial. También existe una curiosa versión de la cantante de jazz, trova y bolero Margie Bermejo en su disco Mamacita del Mayab.


¡Ya chole, chango chilango,
qué chafa chamba te chutas!;
no checa andar de tacuche,
¡y chale con la charola!

Tan choncho como una chinche,
más chueco que la fayuca,
con fusca y con cachiporra
te pasa andar de guarura.

Mejor yo me echo una chela
y chance enchufo una chava.
Chambeando de chafirete
me sobra chupe y pachanga.

Si choco, saco chipote;
la chota no es muy molacha,
chiveando a los que machucan,
se va en morder, su talacha.

De noche caigo al congal.
“¡No manches!”, dice la changa.
Al choro del teporocho,
en chifla pasa la pacha.

Pachucos, cholos y chundos,
chichifos y malafachas,
acá los chómpiras rifan
y bailan Tíbiri tábara,
y bailan Tíbiri tábara,
y bailan Tíbiri tábara.

Mi ñero mata la bacha
y canta “La cucaracha”;
su choya vive de chochos,
de chemo chulo y garnacha.

Transando de arriba a abajo,
a’i va la chilanga banda.
¡Chin chin si me la recuerdan!
¡Carcacha y se les retacha!


Otro de los rasgos más distintivos del rock mexicano, sobre todo el llamado rupestre —otra vez— es el uso libre del lenguaje, experimentar con él, estirar sus límites. Si en la literatura se han dado numerosos ejemplos de obras experimentales, como el cuento En defensa de la Trigolibia de Carlos Fuentes, o todos los del libro Las vocales malditas de Óscar de la Borbolla, las novelas Morirás lejos de José Emilio Pacheco, Farabeuf de Salvador Elizondo y Pasto verde de Parménides García Saldaña, o los famosos calambures del Nocturno en que nada se oye de Xavier Villaurrutia en poesía, si hablamos de música es en el rock donde se manifiesta más naturalmente. Y Jaime López ha sido uno de los que más lo han intentado, ya sea en algunas frases como en Vagón de vagabundos, Amar a Marta era mi tarea, Adiós a los dioses o Lacayo de la calle, o en canciones enteras, como Caite cadáver. Esta última es el antecedente más cercano de Chilanga banda.
Originalmente Chilanga banda era un texto sin música, igual que El malafacha o Nuestro amor es ese gato negro muerto en el baldío. En el disco Odio fonky presentó las tres, unas medio entonadas y otras sólo recitadas sobre un fondo musical hecho por José Manuel Aguilera, guitarrista de La barranca, Jaguares, etc. El pie forzado de Chilanga banda es unir en una canción que sí narre una historia (y no sea sólo una acumulación sin sentido), varios de los vocablos del léxico barriero lumpen, que contengan la letra ch. El resultado es esta especie de himno a la banda, a la tribu urbana ñera, de barrio defeño, y sus costumbres de sobrevivencia picaresca, etílica, auténtica, en oposición al tira, al policía corrupto e intransigente que, salido del mismo barrio y condición, ahora pertenece al bando contrario, se ha vuelto el enemigo, una mona vestida de seda azul, credencial y macana. Ante la alta exigencia de tan difícil pie forzado, Jaime López sale más que airoso: produce una obra maestra de ingenio y originalidad, un juego límite con el lenguaje, intraducible a otras lenguas e indescifrable en otras partes de Hispanoamérica (incluso muchas transcripciones en páginas web mexicanas son fallidas, dada su complejidad), porque pertenece y define al grupo social cerrado que retrata; cerrado para no contaminarse de inautenticidad trepadora, como el policía enemigo.
La entonación de Chilanga banda tenía que ser también barriera, pura de callejón, tal como ocurre en Odio fonky. Sin más distracciones que unas percusiones tropicales, unos discretísimos teclados y guitarra rítmica en la última parte, el final es un remate de metales clásico del mambo, que reafirma su condición absolutamente popular. Un acierto imaginativo, y correcto en su mesura.
Así, en Chilanga banda Jaime López consigue que su jugueteo léxico llegue más allá, con un fondo más profundo del que la sorpresa deja ver a primera impresión.

9 comentarios:

  1. Si el Jaime solito con su guitarra y esa voz tan teporocha y cuando canta esta rola a capela ya fuiste, igual que la almohada eléctrica y tengo la edad del rocanrol es todo un Showman.

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  2. ya jaime conoce un poco, quiero tocar con él y garage mi tel en el d f 0445549120853

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  3. No entendí nada, estimado Joel, pero parece que en todo caso el mensaje no es para mí, sino para Jaime. No tengo idea si ha venido por aquí silenciosamente, ni si vendrá algún día, pero bueno, ahí está el espacio, suerte.
    Como sea, gracias por la visita. Saludos.

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  4. Esta es la única canción donde figura el nombre de Jose Manuel Aguilera, uno de los mejores guitarristas de nuestro país.
    ¿Donde quedo la Barranca? sin duda este grupo es más rock de lo que puede ser un Caifanes (por ejemplo).
    Ni hablar, no cabe duda que en la subjetividad nunca nos pondremos de acuerdo

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  5. Gracias por el interés y el comentario, estimado Adrián.
    Comparto a medias lo de la subjetividad, porque tampoco es pura respecto al arte, pues hay cosas objetivas que analizar, justo las que enumero en la PRESENTACIÓN del blog. El hecho de que al final igual no haya opiniones "ciertas" no significa que no haya parámetros en qué basar los análisis.
    Por otro lado, no se trata de qué es "más rock". Suponiendo que pudiera definirse eso (no lo creo tanto), eso tampoco es mérito en sí mismo (sin contar que tu ejemplo es fallido desde el momento en que Aguilera tocó en Jaguares, la continuación de Caifanes, así que hasta él pensó diferente a ti sobre sí mismo, al parecer). Tampoco tiene sentido esgrimir su nivel como guitarrista, porque eso no lo hace un buen compositor (mira a Javier Bátiz), y para mí claramente no lo es. Así que efectivamente hay subjetividad en todo análisis artístico, pero la idea es fundamentar el análisis lo más posible, acudiendo a lo que tenemos de objetivo en lo intrinseco de las rolas, en letra y música, y es lo que este blog intenta. Penosamente, como he podido demostrarte, lo que me objetas es externo a las rolas, entonces, ¿cómo puede darse la comparación de opiniones, si parten de puntos tan distantes?
    Saludos.

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  6. Qué tal Pingüíno, y hablando de Aguilera, ¿qué opinas de "Estallido interno"? Saludos.

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  7. Igualmente, amigo Daniel.
    "Estallido interno" es un muy buen ejemplo de lo que le señalé a Adrián: Aguilera es un estupendo músico, como ejecutante y como musicalizador, pero no un letrista destacado. "Estallido interno" es una magnífica musicalización de Aguilera, y con un arreglo impecable, pero no cabe en este blog, porque la letra no es realmente suya, sino una especie de "toma" de versos sueltos y adaptados de un largo poema muy conocido de Fernando Pessoa, llamado "El paso de las horas". La elección de los mismos es muy atinada, y el recurso es ingenioso y muy logrado (aunque tampoco nuevo, algo así han hecho otros autores, como los Beatles, y en el rock mexicano Lucerna Diogenis, Briseño, Arturo Meza, etc.), y al final la rola es estupenda, con esa atmósfera estelar, buen nivel instrumental y vocal de "La barranca", etc... Pero al final la letra es de Pessoa, aunque la adaptación del portugués al español permita ligeras variaciones. Así, todo el altísimo valor poético de la letra es del poeta lusitano. Como rola, es estupenda, y los méritos de Aguilera son innegables. Pero obviamente, siguiendo los criterios de este blog, no puede estar aquí, porque igual es un poema de un literato, musicalizado por un rockero mexicano... Comparemos las letras que sí son de Aguilera, y la diferencia es clara...
    El poema, en estos fragmentos o completo, por supuesto es una chingonería, como todo lo de Pessoa...
    Saludos.

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  8. Y que opinas de "el tiempo es olvido" ?en versión del disco eclipse de memoria o de "reptil"

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  9. Gracias por el interés, estimado Osvaldo. Respecto a "El tiempo es olvido", también ejemplifica lo que opino de Aguilera: sus grandes méritos son como ejecutante y arreglista, pero como letrista también en esta rola influida por Rulfo se queda al final corto. Consigue un par de buenas figuras poéticas, pero no las sotiene, y el nivel poético de la rola decae cuando la suma se carga a la transparencia. Como diría alguien por ahí, a Aguilera siempre le falta al final un veinte para el peso como letrista. Aún así, la rola es buena, pero dispareja, porque es la música lo que realmente sobresale, y cuando comparas la letra con las de López o Moreno Villarreal, por ejemplo, sigue existiendo una distancia notoria...
    Muchos saludos.

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