Letra, música e intérprete: Rodrigo González, Rockdrigo.
Disco: El profeta del nopal.
También existe una versión del dueto Callo y Colmillo, es decir, Nina Galindo y Roberto Ponce, grabada en Radio Educación. Y Nina la grabaría sola finalmente en el disco Antes del toque de queda.
Disco: El profeta del nopal.
También existe una versión del dueto Callo y Colmillo, es decir, Nina Galindo y Roberto Ponce, grabada en Radio Educación. Y Nina la grabaría sola finalmente en el disco Antes del toque de queda.
Era un gran rancho electrónico,
con nopales automáticos,
con sus charros cibernéticos
y sarapes de neón.
Era un gran pueblo magnético,
con marías ciclotrónicas,
tragafuegos supersónicos,
y su campesino sideral.
Era un gran tiempo de híbridos.
Era Medusa anacrónica,
una rana con sinfónica
en la campechana mental.
Era un gran sabio rupéstrico
de un universo doméstico,
pithecanthropus atómico, era
líder universal.
Había frijoles poéticos, y también
garbanzos matemáticos
en los pueblos esqueléticos, con sus
guías de pedernal.
Era un gran tiempo de híbridos,
de salvajes y científicos
panzones, que estaban tísicos
en la campechana mental,
en la vil penetración cultural,
en el agandalle trasnacional,
en lo oportuno norteño imperial,
en la desfachatez empresarial,
en el despiporre intelectual,
en la vulgar falta de identidad.
con nopales automáticos,
con sus charros cibernéticos
y sarapes de neón.
Era un gran pueblo magnético,
con marías ciclotrónicas,
tragafuegos supersónicos,
y su campesino sideral.
Era un gran tiempo de híbridos.
Era Medusa anacrónica,
una rana con sinfónica
en la campechana mental.
Era un gran sabio rupéstrico
de un universo doméstico,
pithecanthropus atómico, era
líder universal.
Había frijoles poéticos, y también
garbanzos matemáticos
en los pueblos esqueléticos, con sus
guías de pedernal.
Era un gran tiempo de híbridos,
de salvajes y científicos
panzones, que estaban tísicos
en la campechana mental,
en la vil penetración cultural,
en el agandalle trasnacional,
en lo oportuno norteño imperial,
en la desfachatez empresarial,
en el despiporre intelectual,
en la vulgar falta de identidad.
La relación entre rock y Surrealismo ha sido más bien tangencial. Quizá fue John Lennon quien más la buscó, con canciones como I am the walrus, Glass onion, Come together o A day in the life, donde realmente hubo una serie de asociaciones cercanas a la escritura automática, que buscaba la verdadera expresión del subconsciente. Así que seguramente sería más lógico hablar de influencia surrealista, más que de canciones realmente surrealistas. No toda la gente entiende la diferencia, lo que explica que se incluyan en la misma lista lennoniana canciones que evidentemente tienen un “tema”, es decir, un claro uso de la razón, por más audaces que sean sus imágenes, como Lucy in the sky with diamonds, Strawberry fields forever o Being to benefit of Mr. Kite. Lo mismo podría decirse de la confusión del mismo André Breton, cuando afirmaba que Frida Kahlo era surrealista. La relación con el Surrealismo tampoco se dio demasiado en el rock mexicano. Quizá el caso más notorio es el grupo de canciones del disco Del surrealismo, la picaresca y el humor, de José de Molina y Los Nakos (ninguna logró quedar en la lista final, lamentablemente, pero hay canciones bastante buenas en este disco, como El asesino de la televisión, La modista, y las cercanas a lo surrealista Pasitas, y la ya mencionada Canto a tus vísceras).
Dentro de las canciones de influencia surrealista sobresale Tiempo de híbridos de Rockdrigo. La letra es muy original, una sucesión de metáforas formadas por elementos autóctonos o folclóricos por un lado, y por referencias tecnológicas por el otro; mezcla que crea imágenes insólitas, surrealistas, compuestas básicamente de esdrújulas enigmáticas, que recuerdan vagamente el poema La rosa de Hiroshima de Vinicius de Moraes, pero con carga menos obvia, y además, humorística. Estas metáforas, estos híbridos entre tradición local y futurismo ajeno encierran el tema de la rola: el gran híbrido en que se ha convertido México por el colonialismo cultural que padece ante los vecinos del norte. Esta nueva Conquista ha creado auténticos monstruos contradictorios y sincréticos; el acceso del tercer mundo a la tecnología, sin un auténtico desarrollo económico y educativo que lo acompañe, sólo ha propiciado una población de burros que tocan la flauta. Es decir, híbridos, absurdos, risibles. La antigua y asfixiante dependencia económica que Estados Unidos ata a nuestro cuello se ha extendido a lo cultural, pese a que el avance de la mano de obra hacia el otro lado significa también una velada reconquista de los territorios arrebatados (la tesis esperanzadora es de Carlos Fuentes, no tanto mía). Pero en todo caso el resultado de este trasvasije es lo que Rockdrigo retrata, con humor despiadado y originalidad innegable. Pero además, para ello se vale de un manejo del lenguaje muy destacado, de gran inteligencia, que esconde muy atinadamente su contenido como una bomba de tiempo, de tiempo de híbridos. Así, esdrújulas precisas, metáforas alucinantes y adjetivaciones estrambóticas se mezclan en una gran elipsis, en un intenso despliegue de recursos estilísticos ocurrentes y, para colmo, certeros. Quien pescó el fondo, que lo disfrute; quien no, se lo pierde, problema suyo.
Pero también la música es certera. También es un híbrido. La introducción está conformada por ascendentes figuras bitonales propias de la canción ranchera (similares a las de Renunciación, Plegaria guadalupana, Las rejas no matan, Un cancionero lloró, Que te vaya bonito y muchísimas más, y copiada después por Caifanes en La célula que explota). Pero inmediatamente la guitarra acústica rompe en un aporreo, y la armónica remata el salto a un ritmo de rock; en él se desarrolla el resto de la canción, hasta que el final retoma la figura ranchera. Es decir, también la música retrata el híbrido entre tradición folclórica e influencia extranjera (tengo clarísimo que casi toda música es de por sí un híbrido, incluyendo la ranchera y el mariachi). Es decir, Rockdrigo no hace una canción ranchera con letra de rock (como sí lo hace Jaime López en ¡Ay, que dolor vivir!), ni tampoco modifica una canción ranchera con música rockera o bluesera (como hace Betsy Pecanins en todo el disco El efecto tequila). No, aquí se trata de fusionar ambos espíritus totalmente, de crear un híbrido. No podría haber mayor concordancia entre letra y música. Y como en el mejor rock, sin moralina, simplemente reflexionando sobre una realidad, y expresándola con una búsqueda formal propia.
Dentro de las canciones de influencia surrealista sobresale Tiempo de híbridos de Rockdrigo. La letra es muy original, una sucesión de metáforas formadas por elementos autóctonos o folclóricos por un lado, y por referencias tecnológicas por el otro; mezcla que crea imágenes insólitas, surrealistas, compuestas básicamente de esdrújulas enigmáticas, que recuerdan vagamente el poema La rosa de Hiroshima de Vinicius de Moraes, pero con carga menos obvia, y además, humorística. Estas metáforas, estos híbridos entre tradición local y futurismo ajeno encierran el tema de la rola: el gran híbrido en que se ha convertido México por el colonialismo cultural que padece ante los vecinos del norte. Esta nueva Conquista ha creado auténticos monstruos contradictorios y sincréticos; el acceso del tercer mundo a la tecnología, sin un auténtico desarrollo económico y educativo que lo acompañe, sólo ha propiciado una población de burros que tocan la flauta. Es decir, híbridos, absurdos, risibles. La antigua y asfixiante dependencia económica que Estados Unidos ata a nuestro cuello se ha extendido a lo cultural, pese a que el avance de la mano de obra hacia el otro lado significa también una velada reconquista de los territorios arrebatados (la tesis esperanzadora es de Carlos Fuentes, no tanto mía). Pero en todo caso el resultado de este trasvasije es lo que Rockdrigo retrata, con humor despiadado y originalidad innegable. Pero además, para ello se vale de un manejo del lenguaje muy destacado, de gran inteligencia, que esconde muy atinadamente su contenido como una bomba de tiempo, de tiempo de híbridos. Así, esdrújulas precisas, metáforas alucinantes y adjetivaciones estrambóticas se mezclan en una gran elipsis, en un intenso despliegue de recursos estilísticos ocurrentes y, para colmo, certeros. Quien pescó el fondo, que lo disfrute; quien no, se lo pierde, problema suyo.
Pero también la música es certera. También es un híbrido. La introducción está conformada por ascendentes figuras bitonales propias de la canción ranchera (similares a las de Renunciación, Plegaria guadalupana, Las rejas no matan, Un cancionero lloró, Que te vaya bonito y muchísimas más, y copiada después por Caifanes en La célula que explota). Pero inmediatamente la guitarra acústica rompe en un aporreo, y la armónica remata el salto a un ritmo de rock; en él se desarrolla el resto de la canción, hasta que el final retoma la figura ranchera. Es decir, también la música retrata el híbrido entre tradición folclórica e influencia extranjera (tengo clarísimo que casi toda música es de por sí un híbrido, incluyendo la ranchera y el mariachi). Es decir, Rockdrigo no hace una canción ranchera con letra de rock (como sí lo hace Jaime López en ¡Ay, que dolor vivir!), ni tampoco modifica una canción ranchera con música rockera o bluesera (como hace Betsy Pecanins en todo el disco El efecto tequila). No, aquí se trata de fusionar ambos espíritus totalmente, de crear un híbrido. No podría haber mayor concordancia entre letra y música. Y como en el mejor rock, sin moralina, simplemente reflexionando sobre una realidad, y expresándola con una búsqueda formal propia.
Oye, eso que mencionas de que la música de esta canción es también un híbrido me parece muy buena observación, creo que no es tan fácil darse cuenta de esto y hace que uno reinterprete la rola. Se nota que esta canción la tenía muy bien trabajada el Redrogo.
ResponderEliminarSobre el surrealismo y el rock mexicano, recordé aquella rolita de "El elefante" creo que se llama, de Las insolitas imágenes de Aurora y la muy rara versión de "Hospital para Dementes" de Ciruela. Esta última maravillosa, en mi opinión, parece un pequeño cuento escrito bajo los efectos de alguna droga alucinógena; altamente recomendable.
Esa versión con Callo y Colmillo no la conozco. También hay otras tantas versiones. Por ejemplo, la del grupo Dama, que me parece una buena; la de los Rastrillos e Iraida Noriega, que según mi opinión es muy buena, pero no tan apegada a la de Rockdrigo; la muy rara pero buena del grupo Zazhil (aquel grupo que acompañó en vida a Amparo Ochoa), que además es de las pocas versiones que se han hecho dentro del folclor a la música del Rockdrigo. Ah, mención aparte es la versión del Rockdrigo con Qual en el Teatro de la Ciudadela. Entre las múltiples grabaciones clandestinas que hay del Rockdrigo esta grabación que menciono se escucha muy bien, vale la pena escucharla.
En contraste con lo que decían Qual y Pingüino en otra entrada del blog, la versión/adaptación de "tiempo de híbridos" hecha por los Rastrillos me parece no sólo rescatable sino BUENA. Rastrillos suena a Rastrillos y no a otra banda, esa originalidad es la que les permitió hacer sí un tributo y no una copia. Tributo no sólo por cantar "tiempo de híbridos", sino por el arreglo tan rico que hicieron de la canción: El zapateado, los saxofones, las jaranas, el síncope al estilo ska, el cello, el contrabajo y, por supuesto, la participación de Iraida, muestran ese mestizaje del que hablaba Rockdrigo, pero visto desde una perspectiva menos trágica; muestran el lado “amable” de la globalización y del inevitable mestizaje que esta trae consigo y aún en eso coinciden con la versión original (muy a su manera, por supuesto), de manera que no veo por qué Rockdrigo debería de levantarse a golpearnos por este tipo de versiones.
ResponderEliminarNo conocía esa versión de Rastrillos con Iraida Noriega, la escuché hace unos minutos por accidente y de inmediato vine aquí, no sé realmente por qué. Al escuchar, me pareció una muy mala versión, como si los intérpretes no hubieses comprendido el mensaje, como si lo hubieran entendido todo al revés, como si hubiera algo que celebrar en la vulgar falta de identidad.
EliminarCoincido completamente contigo, estimado Jorge, y supongo que por intuir eso (o recordarlo) es que se te ocurrió venir de inmediato, tal como cuentas... No me extiendo en mi opinión, porque creo que ya está dicho todo en los comentarios siguientes.
EliminarMuchos saludos.
Gracias por la opinión, estimado Herbert. Yo tampoco veo por qué Rockdrigo tendría que golpear a nadie, entre otras cosas porque supondría una actutud moralina y cursi impropia de él. Bueno, tal vez a Lora, porque lo de "Metro Balderas" no fue ni versión ni copia, sino agandalle; pero en fin, eso es otro asunto. En cuanto a si es buena o no la versión de Rastrillos, ahí están ambas posturas, con sus respectivos argumentos. Parte de lo que no me gusta es justo eso del lado "amable", que para ser francos, no lo veo, ni en la canción de Rockdrigo, ni en la realidad del tema en sí. Lo que sí veo, y así lo señalé, es que el tratamiento de Rockdrigo es irónico, no trágico ni sentencioso, pero eso es más una decisión estilística que una postura crítica más suave (no la veo suave, sino de impacto retardado, como los cartones políticos). Desde mi punto de vista, la versión de Rastrillos sí suaviza la crítica de la rola, y en un sentido francamente frívolo, justo porque la ironía auténtica pasó a ser búsqueda calculada de un impacto en el escucha. Pero en fin, cuestión de opiniones, y por supuesto, todas enriquecen y se agradecen.
ResponderEliminarSaludos.
Mi buen Pingüino, siento que en esta gran rola, Rodrigo se autorretrata en un futuro en donde no hay futuro y todo sigue igual en nuestro país desde los tiempos de los Aztecas hasta mas allá de nuestros días. Genial!!
ResponderEliminarEl buen Rodrigo, que no conoció el MP3, el iPod, el Internet, los blogs, los celulares con cámara, música, video. etc, etc. o lo mejor, si le prestaron la maquina del tiempo.
Que no hubiera compuesto en estos días!!
En el disco “Los Rupestres a Rodrigo”, no viene esta rola, pero la interpretación del Catana en “préstame tu maquina del tiempo” es un súper tributo, el Rodrigo de verdad que se paro a aplaudir, Arturo meza “el hombre de plata” y Roberto Ponce “el tren de los locos” son lo mejor de ese Tributo, compren el disco esta chido!!
Un abrazo mi estimado Pingüino Morsa!!
Lo mismo para ti, amigo Margarito, y coincido con tu opinión del disco de tributos rupestres, sin duda el mejor hasta ahora. Respecto a lo que dices de la rola, lamentablemente "Tiempo de híbridos" no es futurista: hace ya un buen tiempo que la distorsión cultural por la influencia gringa existe, y es justo lo que Rockdrigo ya veía. Que ha empeorado, sin duda, y creo que seguirá empeorando...
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo que siempre me ha fascinado de este canción es el conjunto de líneas siguiente:
ResponderEliminar"en la campechana mental,
en la vil penetración cultural,
en el agandalle trasnacional,
en lo oportuno norteño imperial,
en la desfachatez empresarial,
en el despiporre intelectual,
en la vulgar falta de identidad."
Me parece que Rockdrigo nos dice que el problema está ahí, en la campechana mental, etcétera. Va enumerando loes "lugares" donde ppodemos encontrar el problema de nuestro país, y remata diciendo que está "en la vulgar falta de identidad". Pero lo dice con un grito, porque es ahí donde hallamos el problema verdadero, de fondo. Porque por más que nos enfrentemos a la desfachatez empresarial o al agandalle trasnacional, si tuviéramos una identidad verdadera, no nacionalista falsa o demagógica, sino una identidad mexicana, defenderíamos esa identidad y todo lo demás no tendría la cabida que tiene. Preferiríamos cultivar nuestras propias milpas en vez de importarlas.
Coincido contigo, estimado Jorge, aunque siempre recordando que justamente los rockeros son los menos indicados para renegar de las influencias extranjeras, porque el rock lo es totalmente. Perder la identidad no significa permanecer en el autismo, perdiéndonos lo bueno de afuera. Y creo que Rodrigo se centra precisamente en el lado snob del asunto, y no en el enriquecimiento multicultural que debería darse, y que seguro compartía.
ResponderEliminarMuchos saludos.
Rockdrigo fue un ratero la mayoria de las letras de "sus" canciones se las robo a un colega suyo llamado Jaime Villarreal.. pero el karma se encargo de cobrarselas.
ResponderEliminar¿En qué evidencia te basas para soltar afirmación semejante? Sin exponerla, es muy fácil tirar mierda gratuita, y vergonzoso hacerlo hacia alguien que ha dejado una obra arística, sin que, por tu parte, tengas mérito alguno. Hasta para ser troll hay que tener un mínimo de estilo. Lástima por ti.
ResponderEliminarErase una vez un intelectual llamado Jaime Villarreal fue amigo de Rodrigo y en una de tantas borracheras el Rockdrigo le robo algunos escritos de varias canciones que Jaime le mostro a su "amigo".. entre ellas la del metro balderas, los intelectuales, tiempo de hibridos, el feo.. historias del DF.. y en fin el caso es que Jaime V al morir dejo un montonal de dibujos, pinturas, bocetos, criticas, poesías ,,, libros y un buen de canciones que están en posesión de mi familia.. y que con gusto cualquier día de estos subiré a tu blog las letras autenticas de las canciones que interpreto Rockdrigo como suyas.
ResponderEliminarVeo que no tienes idea de lo que significa "evidencia". Obviamente no lo es hacer un relato personal, ni pretender que la exposición de unos materiales que puede inventarse cualquiera, lo es. Evidencia es aquello que prueba inequívocamente una afirmación, sin interpretaciones ni cabida para manipulaciones. Nada de lo que dices lo es. Pero en todo caso, no es a mí a quien debes convencer (no conocí a Rodrigo ni a su entorno, así que en nada me incumbe): si tanto confías en tus "evidencias", preséntalas en un juzgado. Supongo que por algo no lo has hecho, y sin eso, todo lo dicho por ti no es más que perorata sin sustento...
ResponderEliminarDesde 1985 esperamos los demos que tiene Modesto López ¿cuántos 19 de septiembre han de pasar para leer "las letras autenticas de las canciones que interpreto Rockdrigo como suyas"? Hasta me olvidé del concierto donde los Rastrillos tocaron esta rola.
ResponderEliminarY confundí a Modesto López con Pepe Návar xD
EliminarGracias por este aporte, visito este blog desde hace más de 8 años, sólo para encontrar o reencontrarme con una joyita de las que mencionas.
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