Letra: Gerardo Meneses.
Música: Jorge Meneses.
Intérprete: Lucerna Diogenis.
Disco: Nube.
Música: Jorge Meneses.
Intérprete: Lucerna Diogenis.
Disco: Nube.
Llega La Rata Inmigrante.
Es una voz venida a más,
un lienzo que hiere, ensucia y arde,
que de repente ya no está.
Llega La Rata Inmigrante,
sin muda alguna, para qué…
No tiene un orden, es de nadie.
Cuando la buscas, ya se fue.
Rata corriendo en las paredes,
fotografiando una verdad,
acelerando lo que quieres,
desbaratando ingenuidad.
Bien no se sabe tú quién eres.
Tu no-gobierno es claridad.
Bien no se sabe tú quién eres.
Tu no-gobierno es claridad.
Llega La Rata Inmigrante.
Es una voz venida a más,
un lienzo que hiere, ensucia y arde,
que de repente ya no está.
Llega La Rata Inmigrante,
sin muda alguna, para qué…
No tiene un orden, es de nadie.
Cuando la buscas, ya se fue.
Es una voz venida a más,
un lienzo que hiere, ensucia y arde,
que de repente ya no está.
Llega La Rata Inmigrante,
sin muda alguna, para qué…
No tiene un orden, es de nadie.
Cuando la buscas, ya se fue.
Rata corriendo en las paredes,
fotografiando una verdad,
acelerando lo que quieres,
desbaratando ingenuidad.
Bien no se sabe tú quién eres.
Tu no-gobierno es claridad.
Bien no se sabe tú quién eres.
Tu no-gobierno es claridad.
Llega La Rata Inmigrante.
Es una voz venida a más,
un lienzo que hiere, ensucia y arde,
que de repente ya no está.
Llega La Rata Inmigrante,
sin muda alguna, para qué…
No tiene un orden, es de nadie.
Cuando la buscas, ya se fue.
No son muchos los grupos formados por hermanos en el rock mexicano. Pero de hecho eso tampoco es muy común en el rock internacional. En general los ejemplos son mínimos y malos: los Beach Boys (de los pocos casos que pasaron de la intrascendencia del sonido surf californiano a la fabulosa búsqueda de Pet sounds), los dañinos para el rock Bee Gees, los Jackson Five, más recientemente ese monumento a la autocomplacencia y la pose llamado Oasis, y párale de contar. Quizás es mucho pedir que dos miembros de una misma familia tengan el suficiente potencial creativo. En todo caso, en México se ha dado más en la música comercial, como los horrendos Hermanos Zavala y los Hermanos Castro, o en la época del rock’n’roll, los Hermanos Carrión.
Por eso es un tanto extraño el caso de Lucerna Diogenis (que significa La lámpara de Diógenes en latín, nombre basado en la anécdota del filósofo griego Diógenes de Sínope, que, paseándose con una lámpara encendida a pleno día, decía “busco un hombre”, es decir, un ser humano de verdad, y no sólo de nombre), formado por los hermanos Gerardo y Jorge Meneses. Ambos han grabado discos como dúo, y también como grupo más grande, y primero como Boleto del Metro, nombre con el que quizá se les conoce más. Curiosamente dieron un salto del rock urbano de garaje, casi amateur, al más complejo, incluso progresivo, como el caso de La Rata Inmigrante.
Quien oiga esta canción, pero no tenga el disco Nube de Lucerna Diogenis, seguramente tendrá dificultades para entender la letra. En el cuadernillo del CD se explica que La Rata Inmigrante es un periódico mural estudiantil anarquista. La letra de esta rola es sencilla, pero bien lograda, y se limita a describir lo señalado: el espíritu rebelde de una manifestación sociopolítica clásica de los estudiantes universitarios, sólo que del lado más clandestino y fugaz. Para concordar con esa misma fugacidad, Gerardo Meneses escoge un lenguaje muy conciso, y las figuras retóricas son más bien parcas, limitadas a unas cuantas prosopopeyas, una gradación y algo más por ahí. No obstante, el efecto, casi de foto instantánea, es preciso, contundente, cuidadosamente elegido, como puede corroborar una comparación con otras canciones de Lucerna Diogenis.
Pero quizá lo más importante de La Rata Inmigrante es cómo, a partir de una melodía de sólo 4 acordes, el grupo (en el disco Nube, donde está esta rola, es en realidad un dueto) logra construir un arreglo muy elaborado de rock progresivo, con un bajo potente y certero, un estupendo solo de guitarra electroacústica, batería electrónica y sintetizadores atmosféricos vanguardistas (pese al ligeramente titubeante solo de teclado), al estilo de músicos como MCC, Juan Valdez y Eblén Macari. Y todos estos instrumentos ejecutados por una sola persona, Jorge Meneses, creador de la música (sorprendentemente la música de todo el disco Nube la ejecuta Jorge —salvo la batería electrónica y algún teclado del invitado trovador argentino Cacho Duvanced—, y Gerardo sólo canta algunas rolas, lo que inevitablemente lleva a recordar el primer disco solista de Paul McCartney). Por último, La rata inmigrante tiene un par de méritos adicionales: primero, la armonía del estribillo, a dos voces, una de las cuales es reconocible, la de Fausto Arrellín, del grupo Qual (el grupo de Rockdrigo en vida), además de la segunda aguda de otro hermano Meneses, Raúl, como músico invitado. El otro mérito es el efecto de explosión al final, casi futurista, como recurso de estudio muy propio del progresivo, y que recuerda el final de El chime de los tucanes de MCC, en la versión del CD MCC 1980/1984, así como otro, intermedio, de otra rola de MCC: El muro.
Por ello, y pese a su innegable valor poético, La Rata Inmigrante de Lucerna Diogenis es un buen ejemplo de una canción con mérito principal en la potencia de su arreglo. Una de las mejores canciones del progresivo mexicano.
Por eso es un tanto extraño el caso de Lucerna Diogenis (que significa La lámpara de Diógenes en latín, nombre basado en la anécdota del filósofo griego Diógenes de Sínope, que, paseándose con una lámpara encendida a pleno día, decía “busco un hombre”, es decir, un ser humano de verdad, y no sólo de nombre), formado por los hermanos Gerardo y Jorge Meneses. Ambos han grabado discos como dúo, y también como grupo más grande, y primero como Boleto del Metro, nombre con el que quizá se les conoce más. Curiosamente dieron un salto del rock urbano de garaje, casi amateur, al más complejo, incluso progresivo, como el caso de La Rata Inmigrante.
Quien oiga esta canción, pero no tenga el disco Nube de Lucerna Diogenis, seguramente tendrá dificultades para entender la letra. En el cuadernillo del CD se explica que La Rata Inmigrante es un periódico mural estudiantil anarquista. La letra de esta rola es sencilla, pero bien lograda, y se limita a describir lo señalado: el espíritu rebelde de una manifestación sociopolítica clásica de los estudiantes universitarios, sólo que del lado más clandestino y fugaz. Para concordar con esa misma fugacidad, Gerardo Meneses escoge un lenguaje muy conciso, y las figuras retóricas son más bien parcas, limitadas a unas cuantas prosopopeyas, una gradación y algo más por ahí. No obstante, el efecto, casi de foto instantánea, es preciso, contundente, cuidadosamente elegido, como puede corroborar una comparación con otras canciones de Lucerna Diogenis.
Pero quizá lo más importante de La Rata Inmigrante es cómo, a partir de una melodía de sólo 4 acordes, el grupo (en el disco Nube, donde está esta rola, es en realidad un dueto) logra construir un arreglo muy elaborado de rock progresivo, con un bajo potente y certero, un estupendo solo de guitarra electroacústica, batería electrónica y sintetizadores atmosféricos vanguardistas (pese al ligeramente titubeante solo de teclado), al estilo de músicos como MCC, Juan Valdez y Eblén Macari. Y todos estos instrumentos ejecutados por una sola persona, Jorge Meneses, creador de la música (sorprendentemente la música de todo el disco Nube la ejecuta Jorge —salvo la batería electrónica y algún teclado del invitado trovador argentino Cacho Duvanced—, y Gerardo sólo canta algunas rolas, lo que inevitablemente lleva a recordar el primer disco solista de Paul McCartney). Por último, La rata inmigrante tiene un par de méritos adicionales: primero, la armonía del estribillo, a dos voces, una de las cuales es reconocible, la de Fausto Arrellín, del grupo Qual (el grupo de Rockdrigo en vida), además de la segunda aguda de otro hermano Meneses, Raúl, como músico invitado. El otro mérito es el efecto de explosión al final, casi futurista, como recurso de estudio muy propio del progresivo, y que recuerda el final de El chime de los tucanes de MCC, en la versión del CD MCC 1980/1984, así como otro, intermedio, de otra rola de MCC: El muro.
Por ello, y pese a su innegable valor poético, La Rata Inmigrante de Lucerna Diogenis es un buen ejemplo de una canción con mérito principal en la potencia de su arreglo. Una de las mejores canciones del progresivo mexicano.
Estimado Pingüino Elemental, por pura serendepia dí con tu blog. Me resulta increíble aparecer en él puesto que la Banda Lucerna DIOGENIS de la que fui uno de sus vocalistas, junto con mi hermano Jorge Meneses, nunca tuvo una gran audiencia, quedando confinada al under de lo under, aunque con sus seguidores; por eso me honra que hayas considerado entre las 100 mejores a partir de esa extraña pero interesante metodología desde la que hiciste tu análisis. Quiero agradecerte y dejar claro que no hubo payola alguna. Un abrazo quienquiera que seas. Mi aprecio. Gerry Meneses
ResponderEliminarEstimado Gerry, un honor que los músicos creadores de las obras aquí analizadas vayan aperciendo por este espacio. Antes ya nos visitó Agustín Aguilar de Mamá-Z, y desde un ámbito diferente, pero igual dentro de la escena directa del rock, Rodrigo de Oyarzábal. Ahora con tu visita lo repito: un placer y un agradecimiento por haber creado la música que ha acompañado y sostenido tantos momentos vitales y placeres estéticos y artísticos. Y como le dije a Agustín Aguilar: quien tiene que agradecer soy yo, y este trabajo es eso simplemente: un agradecimiento. Gracias por la visita y las palabras.
ResponderEliminar¡Ah!, y me hiciste reír con lo de la payola desmentida. Hay demasiados músicos subterráneos aquí además de Lucerna Diogenis, afortunadamente, como Jaime Moreno Villarreal, Iván Rosas, Carmen Leñero, Barburia, Nota Roja, etc., y ya varios visitantes han dejado claro cuán injusto es ese desconocimiento de sus obras, pero también la valoración que se crea gracias a esta pequeña difusión, punto central de este blog. Así que ante tanto magnífico, pero desconocido músico, el mejor homenaje antipayola posible es justo este espacio sin ningún lucro, público y abierto.
Un gran abrazo, y gracias de nuevo.
Pingüinito, eres un talentazo. Se me olvidó decirte que hace un poco tiempo Lucerna DIOGENIS en su calidad de promotora de la contracultura, editó una revista-libro La rata inmigrante (haciéndole honor a aquella vieja idea del periódico mural anarquista del que habla la rola), un número dedicado a Pedagogía y estética del presente, en el que participa Fausto Arrellín con algunas piezas de él y Rockdrigo y se editó allí La rata inmigrante y algunos poemas de tu servidor. Me imagino que todo esto lo sabes porque está muy documentado. Por cierto, está en proyecto una Invitación a la Pedagogía, con textos de quien esto escribe y 6 rolas de Nono Tarado, además de un par de poemas musicalizados con sonorización del Vampi, Víctor Hurtado... También te comento que casi es un hecho que se lance un libro con doble cd, en el que se remasterizará Nube y se añadirán sorpresas. Así que tu segundo blog deberá ser sobre lo que no alcanzó a entrar en la periodicidad que elegiste, jaja... mis respetos, has trabajado mucho; y gracias por considerarme músico. Un abrazo y enhorabuena...
ResponderEliminarGerry Meneses
Muchas gracias por tus palabras, Gerry. Y sí, conozco el disco que mencionas, gracias a que anda circulando por el ciberespacio, justo en alguno de los blogs que aquí recomendamos (no recuerdo cuál, pero para quien lo busque le será fácil encontrarlo, lo mismo que mucho material que aparece en este blog).
ResponderEliminarEstaré atento a lo nuevo que anuncias.
Un abrazo.
Pingüino sobre esta canción no había escuchado la rola ni al grupo buen aporte, a Boleto del metro si, tenia (tengo) su primer disco (en un cassete original) y la rolota de “preguntando en los umbrales” no tiene abuela con los solos de guitarra es genial, bien por esos cuates Locochones de los Meneses.
ResponderEliminarEstimado Margarito, al igual que como dije con Jaime Moreno Villarreal, es un gusto dar a conocer a los músicos, a todos aquellos que no tuvieron acceso a su obra, por los motivos que sean (seguramente por el perfil de los medios). Siempre imaginé que a Lucerna Diogenis le iba a costar que los seguidores de "Boleto del metro" los reconocieron con el cambio de nombre, pero también comprendí que va mejor con su propuesta nueva.
ResponderEliminarPor cierto, "Preguntando en los umbrales" la volvieron a grabar ya como Lucerna en el disco "Rock'n'roll", y si te gustaron los solos del disco del Boleto del metro, su nuevo estilo de homenaje a las canciones largas en su nueva versión te impactará. En una de esas aparecerá por ahí en el otro blog...
Muchos saludos.
Buscando algunas letras de canciones de Rockdrigo en donde desde aquellas décadas retrataba lo que ya se venía gestando en las dinámicas socioculturales y económicas de nuestro país, con mis estudiantes de nivel secundaria revisamos documentos en donde se analizan a los derechos humanos, que en realidad están muy chuecos. Me encuentro con tu block, el cual me encantó por los numerosos análisis uqe van más allá de los comentarios sin fundamentos. Me encantó mucho más encontrar a "La rata inmigrante" de Meneses, músico que he tenido la oportunidad de conocer y que aprecio mucho por su gran sensibiidad que muestra no sólo una crítica social, sino filosófica y estética en un mundo envuelto en la cotidianidad y sus fantasmas.
ResponderEliminarGracias por el espacio, fue un gusto.
Karina Kamakaho
Estimada Karina, gracias a ti por tus generosas palabras, y ojalá sigas aportando tus comentarios en estos espacios. Como colega tuyo (profesor, sólo que de bachillerato), comprendo perfectamente tu búsqueda, felicitaciones por ello. Un gusto también para mí conocer personas que siguen intentando construir una alternativa pensante y crítica, sea en el aula, como en la cultura y el arte. Mucha suerte.
ResponderEliminarTal y como he anunciado antes, este blog está abierto a toda opinión, y más a la que disiente. No obstante, ser dueño del espacio me permite también impedir el insulto y la bajeza. Al troll que escribió aquí mismo hoy le digo que esta y todas las veces sus "comentarios" (qué grande le queda la palabra) serán eliminados, lo mismo que los de otros que no sepan debatir ni argumentar más allá de la descalificación. Ya podrán perder todo el tiempo que quieran, que el resultado será el mismo. En este espacio sencillamente los trolles no comerán. Mi más (gozosamente) sentido pésame.
ResponderEliminarQue tal Pingüino... Me extraña no encontrar algo de "La Barranca" en tu lista de las 100 mejores canciones del rock mexicano. Me interesaría saber a qué se debe eso. José Manuel aguilera, no solo en su agrupación de la Barranca o posteriores, sino desde "sangre asteka" suele ser considerado como una de las mejores bandas del rock mexicano, también noto la ausencia de "Santa sabina" o cualquier interprete femenina. Ojalá me puedas explicar esa cuestión. Sólo es curiosidad.
ResponderEliminarGracias por el interés, estimado Anónimo.
ResponderEliminarLo primero: por ahí ya expliqué que Aguilera me parece un estupendo guitarrista, pero como letrista es bastante limitado. En "Sangre Asteka" algo lo elevaba Humberto Álvarez, pero no me parece que lo suficiente como para ponerlo por encima de las rolas de esta lista. Pasa algo parecido a Javier Bátiz; musicazo como intérprete, nulo compositor.
Segundo: de Santa Sabina opino algo muy parecido: nunca me convencieron sus letras ("Nos queremos morir" estuvo cerca de quedar en la lista, pero al final simplemente el método de calificación hizo que no llegara). Y en lo de "cualquier intérprete femenina" te equivocas: ahí está NIna Galindo, Cecilia Toussaint, y en los otros blogs parecen Emilia Almazán, Hebe Rossell, Betsy Pecanins, etc.
Saludos.
Gracias Pingüino Elemental por enseñarme la existencia de los hermanos Meneses, sin duda es lo mejor de haber encontrado tu blog.
ResponderEliminarMil gracias a ti, amigo M.A.R.X., y reitero lo dicho al amigo Margarito (¿dónde andará, por cierto?): es un enorme gusto poder difundir bandas y solistas que se conocen poco, como Lucerna y tantos otros casos mencionados.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, mi buen Pingüino. Ignoraste olímpicamente a mis queridos hermanos Davies ¿Qué sería del rock sin The Kinks? Y por acá, concretamente en el rock nuestros carnalitos Aguilar en Mamá Z o el trío de Mujicas Textexianos y, que decir de los Toussaint. Abrazote
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