Letra y música: Guillermo Briseño.
Intérprete: Briseño, Hebe, Carrasco y Flores.
Disco: Viaje al espacio visceral.
Intérprete: Briseño, Hebe, Carrasco y Flores.
Disco: Viaje al espacio visceral.
Un charro, en su nacimiento, con presagio nacional,
arriaba lluvia a caballo, con lazos de temporal,
y el presagio le decía,
que otros campos andaría,
con ganado de metal,
acelerando la ordeña,
jineteando un escritorio,
ganándole territorio al público en general.
Logró meter en un armario a la realidad.
Se hizo fantasma centenario de fama internacional.
Sembró un grupo partidario
sobre la tumba del calendario,
y acondiciona la historia para su comodidad.
Un charro de nacimiento, con prestigio nacional,
tiraba de un largo carro, repleto de personal;
se descuidó cuarenta años,
reventaron sus engaños
y se empezó a desinflar.
El carro del que tiraba,
con el vuelo que llevaba,
le impartió la extremaunción.
Presagio ya mencionado,
yace en el suelo aplastado,
y los de adentro del carro cantamos esta canción:
“Un charro en su nacimiento, con presagio nacional,
arriaba lluvia a caballo, con lazos de temporal,
se descuidó cuarenta años,
reventaron sus engaños
y se empezó a desinflar”.
“Un charro de nacimiento, con prestigio nacional,
arriaba lluvia a caballo, con lazos de temporal,
se descuidó cuarenta años,
reventaron sus engaños
y se empezó a desinflar”.
“Un charro en su nacimiento, con presagio nacional,
arriaba lluvia a caballo, con lazos de temporal,
se descuidó cuarenta años,
reventaron sus engaños
y se empezó a desinflar”.
“Un charro de nacimiento, con prestigio nacional,
arriaba lluvia a caballo, con lazos de temporal,
se descuidó cuarenta años,
reventaron sus engaños
y se empezó a desinflar”.
arriaba lluvia a caballo, con lazos de temporal,
y el presagio le decía,
que otros campos andaría,
con ganado de metal,
acelerando la ordeña,
jineteando un escritorio,
ganándole territorio al público en general.
Logró meter en un armario a la realidad.
Se hizo fantasma centenario de fama internacional.
Sembró un grupo partidario
sobre la tumba del calendario,
y acondiciona la historia para su comodidad.
Un charro de nacimiento, con prestigio nacional,
tiraba de un largo carro, repleto de personal;
se descuidó cuarenta años,
reventaron sus engaños
y se empezó a desinflar.
El carro del que tiraba,
con el vuelo que llevaba,
le impartió la extremaunción.
Presagio ya mencionado,
yace en el suelo aplastado,
y los de adentro del carro cantamos esta canción:
“Un charro en su nacimiento, con presagio nacional,
arriaba lluvia a caballo, con lazos de temporal,
se descuidó cuarenta años,
reventaron sus engaños
y se empezó a desinflar”.
“Un charro de nacimiento, con prestigio nacional,
arriaba lluvia a caballo, con lazos de temporal,
se descuidó cuarenta años,
reventaron sus engaños
y se empezó a desinflar”.
“Un charro en su nacimiento, con presagio nacional,
arriaba lluvia a caballo, con lazos de temporal,
se descuidó cuarenta años,
reventaron sus engaños
y se empezó a desinflar”.
“Un charro de nacimiento, con prestigio nacional,
arriaba lluvia a caballo, con lazos de temporal,
se descuidó cuarenta años,
reventaron sus engaños
y se empezó a desinflar”.
En esta canción narrativa, Guillermo Briseño se mete en un aspecto de la sociedad mexicana muy poco tratado por el rock: la política. En este caso, el sector sindical, y su sello particularísimo en México, lleno de corruptelas, arreglines y malas artes, al ser un tentáculo más al servicio del gobierno en turno, un aparato de control de los trabajadores, como bien señala León Chávez Teixeiro en 15 m. 3’’ 8/8 16. La palabra charro, además de su significado más conocido de jinete y lazador rural, designa, en el argot sindical, al líder corrupto, trácala. Y la figura clásica del charro en la época en que fue compuesta la canción era sin duda Fidel Velázquez (aunque Rodríguez Alcaine, los que han seguido o el líder actual responden a las mismas características), decrépito entreguista al servicio de los presidentes del PRI, y protagonista de esta canción de Briseño. Pocos se han atrevido a crear canciones de esta temática, más propias de la llamada trova o Canto nuevo, seguramente por temor a caer en el panfleto. Pero Guillermo Briseño logra un texto magistral, pues, como todo artista auténtico, entiende que el valor artístico se centra sobre todo en la propuesta formal, y no en el sobado compromiso. Así, realiza esta fábula a partir de una postura de Materialismo dialéctico; es decir, bajo la premisa de que los excesos del charrismo propiciarán su propia antítesis, su caída. En este sentido, Presagio charro es un buen deseo, lamentablemente aún irrealizable, en una democracia mexicana que no termina nunca de cuajar. Pero eso es lo de menos; lo importante aquí es la altura de sus imágenes poéticas, la gran originalidad de su tema, y el riesgo que corre en su tratamiento, del que sale muy bien librado. La analogía sostenida de los dos significados del charro, y la amplitud del juego semántico que deriva de ella, hacen que la alegoría urbana se logre perfectamente. Y otro de sus méritos es el uso de la estructura de caja china y boomerang, pues la letra termina ahí donde comenzó, lo que crea un efecto de canción dentro de la canción.
En el plano de la música, Briseño siempre se caracteriza por la alta exigencia técnica, y el arreglo aquí, como en la mayoría de sus canciones, apuesta por las figuras permanentes, y no por el mero sostenimiento del ritmo. Para finalizar, remata la melodía con un final de canción ranchera, lo que apoya el juego de la ambigüedad semántica del término charro.
Por todo ello, Presagio charro es una verdadera joya de ingenio, admirable inteligencia, ambición estilística y fondo profundo.
En el plano de la música, Briseño siempre se caracteriza por la alta exigencia técnica, y el arreglo aquí, como en la mayoría de sus canciones, apuesta por las figuras permanentes, y no por el mero sostenimiento del ritmo. Para finalizar, remata la melodía con un final de canción ranchera, lo que apoya el juego de la ambigüedad semántica del término charro.
Por todo ello, Presagio charro es una verdadera joya de ingenio, admirable inteligencia, ambición estilística y fondo profundo.
Briseno, un artista adelantado a su tiempo o por lo menos viviendo y creando en un pais con un lastre de 100 anos de corrupcion que logro meter en un armario a la realidad. Rola que me recuerda al ojete de Fidel Velazques.
ResponderEliminarGenial canción, Mi buen Pingüino ya llovió desde que salió en ese gran disco “viaje al espacio visceral” ya encontré algunos casetes del programa del Buen Briseño, en cuanto pueda los subo.
ResponderEliminarAndando por la Red, me encontré esta pagina, ese Briseño siempre con su idea de crear grandes músicos, loable labor que cuate!!, espero esta escuela dure mas de los 40 años del Charro y de ahí surjan un buen de compositores que refresquen nuestro Rock Nacional.
http://rockalapalabra.blogspot.com/
La Escuela de Música del Rock a la Palabra intenta ser una alternativa de educación, pública y gratuita, que ofrezca a los jóvenes una educación musical y artística en el sentido más amplio.
Ofrecemos las especialidades de guitarra eléctrica, bajo, batería, voz expresiva, piano y armónica. Durante ocho semestres, se provee a los estudiantes de las herramientas musicales y literarias, teóricas y técnicas, que les permitan comprender los lenguajes en los que se cultivan géneros como el rock, el blues y el jazz; además de ser capaces de improvisar en su instrumento y desarrollar sus propias composiciones. El rock entendido no como un producto industrial de consumo inmediato, sino como un impulso creativo comprometido con su tiempo y una parte innegable de la cultura contemporánea.
NO es escuela de iniciación musical, es una escuela de especialización al rock, se hace audición para entrar a la escuela.
Materias:
• Variaciones Sobre la Inteligencia
Titular: Guillermo Briseño
(Director)
• Canto y Voz Expresiva
Titular: Betsy Pecanins, Gabrielle Guzmán y Hebe Rosell
• Guitarra Teórica
Titular: Felipe Souza y Alfredo López
• Guitarra Práctica
Titular: Juan Carlos Márquez
• Apreciación Musical y Armónica
Titular: Federico Luna
• Batería
Titular: Juan Carlos Novelo y Alejandro Echenique
• Bajo
Titular: Alfonso Rosas
• Armonía y Composición
Titular: Jorge Ritter
• Teoría musical
Titular: Estela Miller
• Acercamiento a la Palabra Escrita
Titular: Antonio Rodríguez
• Coordinador Académico.- Alejandro Rodríguez
• Coordinador Operativo.- Alán Rubio
Suerte Siempre,
Gracias por el aporte, amigo Margarito, de la única escuela verdaderamente seria de rock en México. Ojalá pudiera crecer más, y ampliar su base académica, para que no termine siendo un reducto de "cuates", y se amplíe a personas sin conexión con los que están ahí, pero que demuestren que están capacitados, y que puedan entrar por concurso y no por amiguismo. Entiendo que al inicio, como está ahora, no puede ser sino de esa manera, pero ojalá que su propia evolución la lleve a ese nuevo estado, más plural, al estilo de la UNAM y otras universidades serias.
ResponderEliminarUn abrazo.