Letra y música: Agustín Aguilar.
Intérprete: Mamá-Z.
Disco: Esa viscosa manera de pegarme las ganas.
Intérprete: Mamá-Z.
Disco: Esa viscosa manera de pegarme las ganas.
Voy camino a la locura de besarte sin permiso,
ni las formas voy a guardar.
Tengo ganas de mandar todo al carajo
y reventar tus labios con esta pasión.
Y sin embargo, cada vez que trato de tocarte,
tú me sales con tu rectitud,
que dice:
“¡Oh, oh, eso no está bien!
¡Oh, oh!, ¿pues quién crees que soy?
¡Oh, oh, ‘tate, por favor!
¡Oh, oh, te hice un pastel!”.
Deja ya tu siglo XIX en la alacena,
y mejor ponte a pensar
que esa forma de tratarme sólo prueba
tu perversidad.
Y sin embargo, cada vez que trato de tocarte,
tú me sales con tu rectitud,
que dice:
“¡Oh, oh, eso no está bien!
¡Oh, oh!, ¿pues quién crees que soy?
¡Oh, oh, ‘tate, por favor!
¡Oh, oh, te hice un pastel!”.
No digas “¡oh, oh, eso no está bien!
¡Oh, oh!, ¿pues quién crees que soy?
¡Oh, oh, ‘tate, por favor!
¡Oh, oh, te hice un pastel!”.
¡Se va a lastimar con ese pastel!
¡Con ese pastel,
con ese pastel se va a lastimar!
¡Se va a lastimar con ese pastel!
¡Con ese pastel,
con ese pastel se va a lastimar!
(Hablado): “¡Órale, esa,
vamos a ponerle
de mordiscos a ese pasteluco bien cuco,
sáquese por a’i una rebanaducha,
y póngale, póngale!”.
¡Se va a lastimar con ese pastel!
¡Con ese pastel,
con ese pastel se va a lastimar!
¡Se va a lastimar con ese pastel!
¡Con ese pastel,
con ese pastel se va a lastimar!
ni las formas voy a guardar.
Tengo ganas de mandar todo al carajo
y reventar tus labios con esta pasión.
Y sin embargo, cada vez que trato de tocarte,
tú me sales con tu rectitud,
que dice:
“¡Oh, oh, eso no está bien!
¡Oh, oh!, ¿pues quién crees que soy?
¡Oh, oh, ‘tate, por favor!
¡Oh, oh, te hice un pastel!”.
Deja ya tu siglo XIX en la alacena,
y mejor ponte a pensar
que esa forma de tratarme sólo prueba
tu perversidad.
Y sin embargo, cada vez que trato de tocarte,
tú me sales con tu rectitud,
que dice:
“¡Oh, oh, eso no está bien!
¡Oh, oh!, ¿pues quién crees que soy?
¡Oh, oh, ‘tate, por favor!
¡Oh, oh, te hice un pastel!”.
No digas “¡oh, oh, eso no está bien!
¡Oh, oh!, ¿pues quién crees que soy?
¡Oh, oh, ‘tate, por favor!
¡Oh, oh, te hice un pastel!”.
¡Se va a lastimar con ese pastel!
¡Con ese pastel,
con ese pastel se va a lastimar!
¡Se va a lastimar con ese pastel!
¡Con ese pastel,
con ese pastel se va a lastimar!
(Hablado): “¡Órale, esa,
vamos a ponerle
de mordiscos a ese pasteluco bien cuco,
sáquese por a’i una rebanaducha,
y póngale, póngale!”.
¡Se va a lastimar con ese pastel!
¡Con ese pastel,
con ese pastel se va a lastimar!
¡Se va a lastimar con ese pastel!
¡Con ese pastel,
con ese pastel se va a lastimar!
Es mera coincidencia, pero igual que en la canción del post anterior, en Pastel Artaud Mamá-Z también centra su atención en el tema de la liberación sexual. En este caso, hace una sátira de tragedia teatral de vanguardia (de hecho, en el sobre del disco L.P. viene la letra estructurada así, con los nombres de los personajes y el coro antes de sus respectivos diálogos, pero lamentablemente no lo tengo a la mano para transcribirlo correctamente). De ahí el título, porque se simula una de las búsquedas teatrales de Antonin Artaud (Aguilar ya había hecho algo similar en otra rola: Sofá Apollinaire), no como parodia, sino como ejemplo humorístico para expresar una crítica a la mujer reprimida, a la chica “decente” de la pequeñoburguesía mexicana, hija de familia, incapaz de reconocer los deseos propios, sometida a su educación judeocristiana y a su moral de clase. Agustín Aguilar es una de las mentes más lúcidas del rock mexicano, pero también mejor formadas académicamente. El nivel cultural de Agustín, como debe ser, sirve no para restregarlo en la cara de los demás, sino para enriquecer al otro a través de la opinión, la crítica y la imaginación. La inteligencia que muestra Aguilar en Pastel Artaud demuestra cuán trascendente puede llegar a ser el rock mexicano si sus exponentes dan un paso más en la exigencia artística y cultural. No vemos aún suficientes músicos profesionales, con estudios musicales, literarios o multiculturales serios. Todavía son excepción honrosísima los que logran expresar una opinión política o sociológica más o menos elaborada. Son menos los que lo hacen con coherencia. Mamá-Z escogió el camino del humor para expresar su nivel, pero eso no significa más que la elección de un estilo, no una limitante. La labor docente y literaria de Agustín Aguilar (lo mismo que su recientemente desaparecido hermano gemelo Gerardo) lo demuestran ampliamente.
En esta canción el pastel asume un papel simbólico: desde su polisemia, es, por un lado, el postre de ese mundo azucarado, kitsch, que la noviecita pequeñoburguesa ofrece al novio oficial, buen partido, futuro buen proveedor, casi para distraerlo de sus exigencias sexuales. Como dice Milan Kundera en El arte de la novela y también en La insoportable levedad del ser, el kitsch es un mundo donde no existe la mierda; es decir, el abuso, la explotación, los deseos del cuerpo, las heces, el neoliberalismo, etc. Pero por el otro lado, el pastel es placer puro, una analogía de la vulva, un regodeo lingual, un deseo para morder, crema batida sobre un pezón urgente, un falo que se dibuja bajo el casimir inglés que conquistó a los suegros. El choque entre ambas visiones producirá esa tragicomedia artaudiana, esa farsa de la doble moral mexicana.
La música de Pastel Artaud es muy fresca, relajienta, incisiva, de un poderío que recuerda a los Kinks (banda que tiene más de una similitud con Mamá-Z). El fraseo es rapidísimo, y una vez más, con ciertos juegos de be bop en la voz de Agustín, aunque aquí menos marcados. La intervención del invitado Jaime López en el texto hablado, más el cambio de ritmo a un franco corrido en la última parte de la canción, con sus respectivos gritos tipo mariachi al fondo, apuntalan el carácter de farsa de la rola, y la parodia final de Porky Pig es ya la cereza del pastel (Artaud) ingenioso, y un guiño que nos recuerda la influencia de la cultura popular en el rock, no sólo de la más seria. Pese a que, al igual que Trolebús, Mamá-Z a veces cae en el humor por el humor, en su caso lo logra con mejor tino, y con menos exceso.
En esta canción el pastel asume un papel simbólico: desde su polisemia, es, por un lado, el postre de ese mundo azucarado, kitsch, que la noviecita pequeñoburguesa ofrece al novio oficial, buen partido, futuro buen proveedor, casi para distraerlo de sus exigencias sexuales. Como dice Milan Kundera en El arte de la novela y también en La insoportable levedad del ser, el kitsch es un mundo donde no existe la mierda; es decir, el abuso, la explotación, los deseos del cuerpo, las heces, el neoliberalismo, etc. Pero por el otro lado, el pastel es placer puro, una analogía de la vulva, un regodeo lingual, un deseo para morder, crema batida sobre un pezón urgente, un falo que se dibuja bajo el casimir inglés que conquistó a los suegros. El choque entre ambas visiones producirá esa tragicomedia artaudiana, esa farsa de la doble moral mexicana.
La música de Pastel Artaud es muy fresca, relajienta, incisiva, de un poderío que recuerda a los Kinks (banda que tiene más de una similitud con Mamá-Z). El fraseo es rapidísimo, y una vez más, con ciertos juegos de be bop en la voz de Agustín, aunque aquí menos marcados. La intervención del invitado Jaime López en el texto hablado, más el cambio de ritmo a un franco corrido en la última parte de la canción, con sus respectivos gritos tipo mariachi al fondo, apuntalan el carácter de farsa de la rola, y la parodia final de Porky Pig es ya la cereza del pastel (Artaud) ingenioso, y un guiño que nos recuerda la influencia de la cultura popular en el rock, no sólo de la más seria. Pese a que, al igual que Trolebús, Mamá-Z a veces cae en el humor por el humor, en su caso lo logra con mejor tino, y con menos exceso.
y mira, si decian que la portada de "¿ y donde jugaran las niñas?" de Molotov era provocada, a mi me parece claramente inspirada en esta, ¿cuantos años antes?
ResponderEliminarBastantes años, amigo José, este disco es de los ochentas, así que sin duda su influencia es clara. Además, es obra del gran caricaturista Ahumada, e ilustra quizá la canción más irreverente del rock mexicano hasta la fecha: "Los misterios de Rosa", que obviamente también está en este disco. Sin duda es de las mejores portadas en la historia del rock mexicano.
ResponderEliminarMuchos saludos.
Hola, amigo Pingüino, una duda enorme esta canción se podría considerar un Rock & Roll? estoy tratando de aprender a distinguir entre los subgeneros de el rock.
ResponderEliminarSaludos de nuevo.
Jose.
Un gusto que sigas por aquí, estimado José. No, en sentido estricto no es un rock'n'roll, si se entiende como el que conserva la estructura original de 3 acordes (quizá con alguna variante mínima) y ritmo de 4/4, que surgió de la fusión de blues, rhythm & blues, rockabilly y hasta jazz. Cuando el rock perdió el apellido y quedó sólo en esa palabra, quedó como rock'n'roll ese estilo original, que se rescata de vez en cuando, y al que de pronto se enriquece, pero conservando su esencia. Ejemplos de rock'n'roll de grupos que hacen rock serían las rolas "Birthday", "I'm down" y muchas más de los Beatles, "Rock'n'roll" de Led Zeppelin (lógico), y las 7 que aparecen en la etiqueta así llamada en la lista de la derecha de este blog. Quizá comparando te sea más fácil captar su unidad lógica.
ResponderEliminarMuchos saludos, y gracias por seguir interesado.
Muchas gracias amigo, muy buena tu explicación ya voy aprendiendo un poco mas.
ResponderEliminarSaludos.
Jose
Nada que agradecer, amigo José, y será siempre un gusto compartir con quien tiene intereses comunes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mil gracias por el gran aporte, amigo Juan. Y respecto a lo último, a mí me pasa lo mismo, pero no con los LP's, que lamentablemente perdí en una mudanza (casi todos), sino con el material digital...
ResponderEliminarUn abrazo, y de nuevo suerte con el nuevo blog.