Letra, música e intérprete: Jaime López.
Disco: 1ª calle de la Soledad.
También existe una versión de Cecilia Toussaint, en su disco Arpía.
Disco: 1ª calle de la Soledad.
También existe una versión de Cecilia Toussaint, en su disco Arpía.
Noche tras noche, el amor, con distinta piel,
envolvió al velador trasnochado de mi corazón.
Noche tras noche, al saciar el sueño su sed,
deja un beso distinto en los labios de mi soledad.
El amor, como un nubarrón,
llueve recio y tupido, y luego se va;
y si llega a quedarse, se va evaporando,
se va.
Sorbo tras sorbo, en el fondo del viejo bar,
absorbiendo el amor, gota a gota, está un corazón.
Sorbo tras sorbo, en el bache del eje vial,
trasplantado te veo en el desierto de esta ciudad.
El amor, como un nubarrón,
llueve recio y tupido, y luego se va;
y si llega a quedarse, se va evaporando,
se va.
Ese beso, que ya se secó,
todavía crepita, se crispa y palpita en un corazón.
Corazón de cacto, tacto de asfalto,
corazón de cacto, tacto de asfalto,
sigue guardando beso tras beso,
que ya lloverá,
ya lloverá.
Noche tras noche, el amor, con distinta piel,
envolvió al velador trasnochado de mi corazón.
Noche tras noche, al saciar el sueño su sed,
deja un beso distinto en los labios de mi soledad.
El amor, como un nubarrón,
llueve recio y tupido, y luego se va;
y si llega a quedarse, se va evaporando,
se va,
se va,
se va,
el amor.
envolvió al velador trasnochado de mi corazón.
Noche tras noche, al saciar el sueño su sed,
deja un beso distinto en los labios de mi soledad.
El amor, como un nubarrón,
llueve recio y tupido, y luego se va;
y si llega a quedarse, se va evaporando,
se va.
Sorbo tras sorbo, en el fondo del viejo bar,
absorbiendo el amor, gota a gota, está un corazón.
Sorbo tras sorbo, en el bache del eje vial,
trasplantado te veo en el desierto de esta ciudad.
El amor, como un nubarrón,
llueve recio y tupido, y luego se va;
y si llega a quedarse, se va evaporando,
se va.
Ese beso, que ya se secó,
todavía crepita, se crispa y palpita en un corazón.
Corazón de cacto, tacto de asfalto,
corazón de cacto, tacto de asfalto,
sigue guardando beso tras beso,
que ya lloverá,
ya lloverá.
Noche tras noche, el amor, con distinta piel,
envolvió al velador trasnochado de mi corazón.
Noche tras noche, al saciar el sueño su sed,
deja un beso distinto en los labios de mi soledad.
El amor, como un nubarrón,
llueve recio y tupido, y luego se va;
y si llega a quedarse, se va evaporando,
se va,
se va,
se va,
el amor.
Corazón de cacto es otra de las grandes canciones de amor del rock mexicano, a pesar de que su arreglo la hace más potente y agresiva que la balada-rock de amor tradicional. Jaime López vuelve a cambiar de ruta, y ahora se pone más serio, más íntimo. La mutabilidad del amor, su fragilidad, su eterno retorno, son los aspectos que López toca en esta rola. Esta vez no hay esperanza ni desesperanza completas: la realidad del amor contemporáneo es así, líquido, casi vaporoso, inabarcable. Si ya lo había tratado en la canción En toda la extensión de la palabra amor, aquí la fugacidad de los encuentros es la piedra de tope y definición del sentimiento, y su continuo renacer y morir, agotador, no deja lugar a otra cosa que la aceptación: así son las cosas, y nada más. A través de la alegoría sostenida entre la lluvia y la aridez del corazón de cacto, Jaime López elabora juegos de palabras, juegos fonéticos y metáforas, pero sobre todo una reflexión sobre la no permanencia, la soledad que de cuando en cuando (de relación en relación) se enmascara, pero que sigue definiendo al ser humano contemporáneo. Así, Corazón de cacto es un buen análisis de la condición del amor en nuestro tiempo.
El arreglo de Corazón de cacto es uno de los mejores que ha grabado Jaime. Lleno de detalles, sobresale el rasgueo de la guitarra acústica rítmica, un bajo muy notable, más los teclados y el grupo de metales, que llenan y amplifican los énfasis del ritmo y la emoción. La voz de López es fuerte aquí, más controlada y seria; sólo al final se suelta un poco y vuelve a sus jugueteos habituales, pero ya la canción se está yendo, en fade out.
Así, Corazón de cacto es una canción de amor, sí, pero mucho más viva, más intensa, como si buscara taladrar esa noche inabarcable que describe, que acompaña las reflexiones amorosas, que ya ni llegan a decepción, del protagonista.
El arreglo de Corazón de cacto es uno de los mejores que ha grabado Jaime. Lleno de detalles, sobresale el rasgueo de la guitarra acústica rítmica, un bajo muy notable, más los teclados y el grupo de metales, que llenan y amplifican los énfasis del ritmo y la emoción. La voz de López es fuerte aquí, más controlada y seria; sólo al final se suelta un poco y vuelve a sus jugueteos habituales, pero ya la canción se está yendo, en fade out.
Así, Corazón de cacto es una canción de amor, sí, pero mucho más viva, más intensa, como si buscara taladrar esa noche inabarcable que describe, que acompaña las reflexiones amorosas, que ya ni llegan a decepción, del protagonista.
Estimado Pingüino, a mi esta rolita me hace imaginarme de Bar en Bar buscando el amor y al despertar saber que no es el amor buscado y sigo aquí (y todavía por los bares y congales del centro), porque aunque mi corazón esta seco, aun tengo la esperanza de que ese amor llegara.
ResponderEliminarExacto, estimado Margarito, justo por ahí va, y ciertamente la rola tiene una relación directa con la soledad de la noche, gracias por el aporte.
ResponderEliminarMuchos saludos.
Igualmente, amigo Margarito, y gracias por el estupendo aporte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es buena canción con Jaime, pero aquí difiero contigo y prefiero la versión de Ceci, quizá porque fue la primer versión que conocí. Eso si, en cualquier caso, es un rolon. Josue Velasco.
ResponderEliminarEse es un buen punto, estimado Josué, que me alegra resaltes, porque es común, y uno debe tenerlo en cuenta a la hora de hacer análisis de obras muy versionadas. Seguramente como todos, yo también estoy contaminado por cuál versión escuché primero, y eso lo sospecho porque me cuesta recordar una segunda versión que me guste más que la primera que escuché (salvo "With a little help from my friends", que con Joe Cocker me desbancó sin duda alguna la de los mismísimos Beatles. Y ahora que lo pienso también me pasa con "To love somebody", que sin duda prefiero con los Animals que con los insufribles Bee Gees, pero los casos no abundan). Pero más allá de eso, para mí no hay duda que la comparación de los arreglos desequilibra totalmente la comparación hacia la versión de Jaime. Pero en fin, puntos de vista...
ResponderEliminarUn abrazo.
sin duda mi rola favorita de el es tan fuerte y tan cierta para mi es tan personal esta historia es tanto pero como dije antes me quedo con la versión de Ceci anque la vdd ella no me pasa pero su interpretación me gusta mad
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